La ciudad y los días

carlos / colón

'Ubi Caritas'

EL lunes presentó Cáritas su memoria anual 2013: dos millones y medio de personas atendidas a través de sus 7.194 centros por sus 4.000 trabajadores y 78.000 voluntarios gracias a los 291 millones de euros invertidos por las 70 Cáritas Diocesanas. El 75% de esta cantidad proviene de donativos particulares. Los fondos públicos que ha recibido han sido los más bajos en los últimos cinco años, mientras que las donaciones han crecido en este mismo tiempo un 52,7%. Cáritas también ha invertido otros dos millones y medio de euros en países del Sur más desfavorecidos que el nuestro.

En todo el mundo Cáritas Internacional ha atendido a más de 40 millones de personas y promovido la mejora de las condiciones de vida a través de la importante, pero no tan conocida, Red Interdiocesana de Comercio Justo que coordina diversas organizaciones diocesanas que trabajan el comercio justo para el cambio de estructuras económicas injustas, concibiendo tiendas y productos como instrumentos de conocimiento y solidaridad con otras realidades humanas, económicas y políticas en países en desarrollo, y contrastándolos con nuestros modelos de vida y consumo.

En latín caritas significa amor. Era una palabra derivada de carus (querido), raíz también de caricia y cariño. Para los cristianos tomó el sentido del amor al prójimo como la primera de las virtudes cristianas y la más exacta definición de Dios (Deus caritas est). Un canto gregoriano de la Antífona Ad Mandatum, liturgia del Jueves Santo, dice: "Ubi Caritas et amor, Deus ibi est" ("Donde hay caridad y amor, allí está Dios"). La Caridad es una de las tres virtudes teologales junto a la Fe y la Esperanza. Los ortodoxos veneran a las tres hermanas mártires Fe, Esperanza y Caridad que eran hijas de Sofía (que significa Sabiduría). Murieron torturadas por orden de Adriano y su madre murió de dolor al enterrarlas. En memoria de ella se alzó la catedral de Santa Sofía. Tiene lección para nuestro mundo que la sabiduría muera de pena al enterrar la Fe, la Esperanza y la Caridad que ella misma había alumbrado.

Por lo tanto, al hablar de Cáritas estamos hablando de la Iglesia, esa institución tan absurda y desfasada, ese lastre retrógrado para todo progreso, esa enemiga de la razón que alienta supersticiones y se alimenta del miedo y la incultura, esa sádica que se complace en el dolor e ignora la compasión. Pues parece que no es así, ¿verdad?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios