Letra pequeña

jAVIER NAVAS Baena

Investigación de Errejón

QUE no nos entren las siete cosas. Lo de Íñigo Errejón es un escándalo menor: sí, contrato de investigación con la Universidad de Málaga, a tiempo completo y bien pagado... para alguien que vive en Madrid, absorto en su carrera política, que ni con Google Maps sabría encontrar Teatinos y que respondió a una oferta tipo "podrán aspirar a la plaza todos los expertos que se llamen Íñigo Errejón". Vale; pero no detectamos nada ilegal. La rectora explica que el hombre cumplía con plazos y resultados y que, en cualquier caso, las condiciones del contrato son flexibles, a discreción del director del proyecto. Claro que si el contrato especifica cuarenta horas y por aquí no aparece, hablamos de unas condiciones, no con flexibilidad, sino con la consistencia de la Maizena. Seguramente Errejón firmó una plantilla, que valía lo mismo para impartir clase, dirigir un laboratorio, donar el propio cuerpo a la medicina o alicatar el claustro. Salvo que la UMA haya cambiado mucho en los últimos veinte años, que igual sí, sus departamentos de investigación funcionarán como una mezcla de botellón entre amigos y francmasonería.

A Podemos le recordarán el "affaire Errejón" hasta las generales. Sus críticos se espantaban de lo que suponían que iba a hacer si llegase al gobierno; ahora se espantan de lo que ha hecho. En el caso del investigador por control remoto todo está en orden: anda que no va a saber trabajar "en la nube" uno de los tuiteros más activos de España. Aparte, es responsabilidad de la universidad que le extendieran un contrato líquido. Sin embargo, da una idea de la liquidez moral de Errejón, de lo sencillo que resulta a alguien espabilado y cínico hacer una trampa ajustada a derecho. La flexibilidad bien entendida permite libertades dudosas que no siempre encaminan a Alcalá de Guadaíra. La casta de los indignados es como cualquier otra: todo lo que le permitan hacer lo hará.

A quienes planchaban las tarjetas black, solo se les reprocha que lo ocultasen al fisco, como Al Capone. El Comité Central del Partido sabe hacerlo mejor. Claro que Podemos cumplira la ley; porque cuando la dicta sabe dónde colocar la gatera para no vulnerarla, tal es el caso del contrato de Errejón. En cuanto a lo que hará con las leyes que se encontró vigentes, ya ha proclamado el respeto que le merecen, empezando por la Constitución. La voladura controlada se ensayaba en la universidad.

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