NO soy de los que creen que haya una agenda oculta detrás de la decisión de Susana Díaz de adelantar las elecciones. Me parece que el argumento de la inestabilidad es bastante creíble. Cualquier gobierno de coalición, especialmente si sus componentes se disputan un mismo espacio electoral, tenderá inevitablemente a desestabilizarse según se aproximen las elecciones. Aunque tampoco esté claro que unas nuevas elecciones vayan a garantizar la estabilidad institucional en Andalucía. Es evidente que también hay razones partidistas. Pero está en la naturaleza de los partidos intentar ganar elecciones y procurar para ello el calendario electoral más favorable. Si hay o no razones de carácter personal en la decisión de la presidenta no me parece lo más relevante ya que será el PSOE el principal receptor de los beneficios o perjuicios que se deriven de su decisión.

El actual contexto no es el más favorable para la socialdemocracia en países que, como el nuestro, sufren con especial virulencia las consecuencias de la crisis. Los sectores sociales más afectados son los que en mayor medida componen su base social. Además, la crisis institucional, derivada de la corrupción y de la patrimonialización de la Administración y de las instituciones del Estado, ha tenido un efecto devastador para los grandes partidos. Por otra parte, lo que está sucediendo estos días resulta muy elocuente. A la impotencia de la socialdemocracia, que quedó reflejada en la imagen de Zapatero teniendo que acatar las medidas de austeridad, se contrapone ahora la de Syriza, el espejo en que se mira Podemos, declarando la guerra al austericidio.

Aunque es muy probable que, para evitar males mayores, el gobierno griego acabe también plegándose a las exigencias de Bruselas. Es difícil prever el reflejo en nuestro país de lo que pueda suceder en Grecia. Es verdad que la estructura del partido de Iglesias es aún débil en Andalucía, pero por su actual estado de gracia no descartaría que, como ocurre con ciertas plantas, su fuerza electoral se polinice a través del viento.

También es muy probable que, por las especificidades sociológicas y políticas, el efecto de todo ello sea menor en Andalucía y que una victoria de Susana Díaz sobre el PP y Podemos pueda tener un efecto vigorizante para el socialismo español. Digo de Susana Díaz porque creo que es la inquebrantable fe de la presidenta en sí misma lo que mejor explica el adelanto electoral.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios