Todo es relativo

ÁNGEL RECIO

Cornadas por todos sitios

Y7 de julio San Fermín. Hoy es el día grande de Pamplona y de toda Navarra en unas fiestas que durarán varias jornadas y que son conocidas en todo el mundo por la locura que supone ver a centenares de personas corriendo a las ocho de la mañana delante de los toros por unas calles estrechas y porque la popularizaron personajes como Hemingway. Al margen de eso, parece que también se está haciendo famosa por las borracheras de locales y foráneos, dando una imagen más triste. En un informativo nacional comentaban, en plan gracia, los miles de litros de cerveza que tenía un bar guardados para esta semana.

Nunca he estado en los San Fermines. De hecho, no he estado ni en Navarra. Las cosas que pasan en esta vida, en la que visitas las tortugas gigantes de Stone Town en Zanzíbar y no conoces la mitad de los pueblos de tu provincia. Habrá tiempo para todo o, al menos, eso espero. Tampoco me gustan los toros, así que no acabo de ver la necesidad de recorrer más de media España para este tipo de evento. He conocido a gente que sí ha ido y han vuelto encantados, pero me da la impresión que fue más por la juerga, que es una experiencia fácilmente exportable y escalable, que por los encierros.

En los próximos días, tempranito, se podrán ver en televisión los encierros. Nunca le he encontrado la gracia a esa retransmisión, más allá del puro morbo. El acto, en sí, no tiene ningún sentido. Jugarse la vida por la cara. Sin ningún tipo de contraprestación. Los encierros duran, de media, unos tres minutos y medio y en los últimos 35 años ha habido cuatro muertos y más de 250 heridos. Pero bueno, la vida está llena de cosas que no tienen sentido y si alguien es feliz así no seré yo el que se lo niegue. Desde luego, no hay duda de que se deben quemar más calorías en una de estas carreras que en toda una clase de spinning. Yo, por si acaso, prefiero la bici.

Y luego está el negocio que rodea a toda la fiesta. Si entran en la página web www.sanfermin.com, patrocinada por cierto por una conocida marca de camisetas, pueden encontrar ofertas de alquiler de pisos o balcones, así como diversos pack turísticos. Piden, por ejemplo, 150 euros por noche por un dúplex de 85 metros cuadrados que está, supuestamente, en pleno casco viejo. Resulta barato si se compara con lo que cobran algunos hoteles. En los portales se pueden ver hoteles de tres estrellas que reclaman 1.410 euros por solo tres noches y otros de 4 estrellas que exigen 2.299 euros. Se ve que las cornadas no solo las dan los toros.

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