SÍ, muy brevemente porque pienso que efectivamente hemos tocado un punto clave. Ustedes tienen un problema y este problema se llama 3%". Esto es lo que le dijo el entonces presidente de la Generalitat, Pascual Maragall, al jefe de la oposición, el convergente Artur Mas. CiU tenía un problema, y ese problema era el 3% que los nacionalistas cobraban por la adjudicación de las obras y servicios que encargaba la Generalitat. De todos conocido, la denuncia de Maragall no tardó, sin embargo, ni dos segundos en ser enterrada, los dos segundos en los que Mas le advirtió al líder del PSCque ambos aún tenían que hacer cosas muy importante por su país: en aquella ocasión, redactar y aprobar el Estatut, la madre de todos los problemas. La razón país tapó las vergüenzas. Diez años después, la Fiscalía Anticorrupción considera que tiene elementos suficientes para acusar de este pago masivo de comisiones a Convergencia, que se habrían realizado a través de una de sus fundaciones, Catdem, creada cuando se extinguió la Trías Farga, envuelta en el escándalo del Palau de la Música, por el que se acusa a este partido de recibir 6,6 millones de euros de constructoras. La Guardia Civil entró ayer en las sedes de Catdem y de Convergencia, además de en las de los ayuntamientos de Sant Celoni, Lloret de Mar, Sant Cugat y Figueres. Se investiga el pago de comisiones de la constructora Teyco, de la familia nacionalista Sumarroca, a la fundación como pago por recibir los encargos de obras de estos municipios gobernados por Convergencia en los años investigados, a partir de 2009. El círculo es el mismo, y las apelaciones de Convergencia similares a las de hace diez años. Según este partido, se trata de manchar las elecciones del 27 de septiembre, un espectáculo mediático. Es cierto que lo es, pero no lo es menos ni el fondo del asunto ni la reacción de los nacionalistas de ERC, que por las mismas razones de país, ha aceptado ir de la mano de Artur Mas. No es España quien ha robado a Cataluña, sino Convergencia, que instalada durante casi toda su historia reciente en el poder, ha venido nutriéndose mediante comisiones a las empresas. Convergencia no es el único partido que se ha financiado ilegalmente en España, el PP está implicado en la red Gürtel y, por supuesto, en el de Bárcenas, como el PSOE tuvo su Filesa, pero presentar a Artur Mas como un luchador contra la corrupción es una farsa de Juntos por el Sí. El convergente ha sido el heredero de Pujol en todos los sentidos, en el Gobierno y en el partido, y los electores tienen el derecho a conocer toda la verdad, también el PP y el PSOE pueden alegar haber sido víctimas de la espectacularidad de algunas decisiones judiciales."