ANDAN estos días a la gresca el Málaga y Sergi Darder por la marcha de éste en verano. Si el domingo el balear emitía un comunicado enumerando los motivos de su marcha y atizando al club y al jeque, ayer había respuesta institucional acusándole de maniobras continuas para irse. Lo cierto es que ya en los últimos meses las relaciones estaban absolutamente rotas. En el Málaga no gustaron ni su actuación por la espalda ni cómo opera su agente, José María Minguella Junior. Este representante catalán intenta abrirse camino siguiendo la estela de su padre, que trajo a España a estrellas de la talla de Maradona y Messi y representó a los mejores futbolistas del Barcelona en la etapa moderna. No obstante, a su hijo aún se le nota bastante verde en su forma de proceder. Si hay que ser sigiloso en el trato con los clubes, él telegrafía su agenda, si está prohibido hablar de cifras, él desvela cláusulas. Antes incluso de que los dirigentes del Málaga le retiraran la palabra, llegaron a coincidir con su padre un día y le llegaron a decir que su hijo no valía para este negocio. "Sólo puedo decirte una cosa: soy su padre", fue la respuesta de Minguella ante el comentario de un directivo blanquiazul. Blanco y en botella...

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