Punto de vista

josé Ramón / del Río

Amenaza de embargo

CUANDO queda sólo un mes para que se celebren las elecciones generales, al PP, el partido en el Gobierno y que aspira a seguir estándolo, el juez de la Audiencia Nacional, José de la Mata, le conmina para que preste fianza por 1,2 millones de euros o será embargado. Su responsabilidad es subsidiaria, no por ser autor de un presunto delito, sino por haber elegido o vigilado mal a empleados suyos. No se trata, por tanto, de una responsabilidad civil derivada de un delito cometido por el partido, e incluso en la nota que emitió su secretaria general se subraya que la existencia del presunto delito está por ver. Además, no está acreditada la insolvencia de los deudores principales.

Es indudable que los tiempos de la Justicia y los de la política no están sincronizados, ni tienen por qué estarlo, pero los que clamaban contra las decisiones de la jueza Alaya, suponiendo que las hacía coincidir con eventos destacados de la política andaluza, guardan ahora un inexplicable silencio. Máxime cuando desde que se dictó la providencia de embargo, hasta que se ha exigido la fianza al PP, ha transcurrido todo un año. Sabemos de los agobios de la judicatura, por la falta de medios, que ocasiona retrasos, pero resulta una casualidad que la amenaza de embargo se acuerde en plena campaña. Casualidad, que, por cierto, elegantemente, la nota del PP evita mencionar.

Yo tengo una confianza, que es casi un acto de fe, en la independencia judicial. Creo que puestos a juzgar resuelven sólo a la vista de las alegaciones de las partes, con las pruebas que se aportan y con el derecho que conocen. Fueron muy injustos políticos y medios de comunicación acusando a la juez Alaya de inquina contra el PSOE. Para ello se basaban en la coincidencia de sus resoluciones con actos del calendario político y en una supuesta amistad con un dirigente del PP sevillano. Por eso no creo que el juez De la Mata se haya dejado llevar de sus simpatías por el PSOE y la consecuente inquina con el PP. Es gaditano, conocí a su padre, destacado abogado mi generación y no a él, aunque tengo las mejores referencias. Pero resulta que el juez de la Mata cuando gobernaba Zapatero y era Caamaño su ministro de Justicia, ocupó dos años el cargo de director general en ese Ministerio. Pese a haber sido alto cargo del PSOE, la nueva legislación le ha permitido, volver a la carrera judicial. Pero este pequeño detalle de su afiliación al PSOE o, al menos simpatía política, no le he visto destacado en esos medios de comunicación, tan exigentes con el PP.

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