El opinómetro

José Julio Blanes Ruiz

El dedito

La semana pasada terminaba este Opinómetro citando sin nombrar al concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, que metió el dedito en el ojo a los defensores de La Mundial diciendo que era una pensión que se hizo con cuatro duros. Parece que le ha pillado el gusto

La movida de esta semana

Quitando lo del fardo de hachís repartido como balones de Nivea en una playa de Pedregalejo, ha sido el parque canino instalado sobre fosas de fusilados en la guerra civil en el cementerio de San Rafael. Efectivamente está encima y lo han cerrado. Un error lo puede cometer cualquiera, punto y final. Pues no.

El concejal

Lo primero que hizo fue decir directamente que el plano en el que se apoyaba la denuncia era falso. A la velocidad del rayo y en la misma entrevista, cuando apareció en escena el arqueólogo que había trabajado sobre la fosa, resulta que ya no era falso el plano. Le pidió las coordenadas, latitud, longitud, la hora zulú exacta, yo qué sé, de la barbaridad y dijo que se miraría el tema. Se miró, se vio la realidad y se cerró el dichoso parque perruno, punto y final. Para nada.

Resulta

Que, desde el Ayuntamiento, admitiendo el error, se dijo que había sido un problema técnico, incluso el alcalde afirmó que habían hecho, desde Urbanismo, un gran trabajo, que digo yo que tan gran trabajo no será, pero en fin, admitido el error se podía dar ya por cerrado el tema, punto y final. Ya quisiéramos.

El concejal

Uno de los hombres en el planeta más rápido para sacar el dedito y meterlo en el ojo del de enfrente, desenfundó el índice para introducirlo en la Asociación de la Memoria Histórica diciendo que la culpa, todita, es de ellos que les dieron un mapa chungo, sin coordenadas de esas tan magníficas. Con el dedo aún dentro exculpó por completo al equipo de gobierno. Ellos están por agradar, pasaban por allí y colocaron el parque de perros. Los malos los de la Asociación de la Memoria Histórica, que no comparten sus planos fetén.

Y claro

Lo que suele ocurrir cuando le metes el dedo en el ojo a alguien es que este se suele cabrear. El presidente de la asociación pilló tal cabreo que no acertaba a calificar al señor Pomares, añadía, además, que esos planos, los buenos, no los del todo a cien, están en el Ayuntamiento desde 2010. Por otro lado, y pensándolo bien, creo que fue una suerte que la indignación del señor presidente le anulara momentáneamente la capacidad de colocar un adjetivo calificativo al señor concejal.

3 Creo que todo el mundo tiene derecho a cometer un error, incluso estoy convencido que el Ayuntamiento no colocó conscientemente en un sitio tan sensible un parque para perros, no tendría sentido, quizá lo más cargante de toda esta historia es tener a un concejal que, en vez de calmar las cosas, lo que hace es sacar el dedito a pasear cada vez que tiene oportunidad. El dedito hombre, guarde el dedito. Que tengan unas buenas vacaciones, nos vemos en septiembre.

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