LA próxima semana vamos a asistir a la sesión de investidura y a la votación del Congreso de los Diputados respecto a la candidatura de Rajoy. Todo apunta a que el candidato no saldrá investido y que se inicia la cuenta atrás del periodo de dos meses que marca la Constitución para investir presidente o ir a elecciones.

Todos miramos con atención, interés e inquietud cuál será el resultado final de este proceso que es inédito en nuestro país. Creo que aún queda mucho por ver en estos dos próximos meses ya que tras la previsible votación en contra en la próxima semana, se abre una etapa nueva en la que no es fácil pronosticar qué pasará exactamente.

Yo pienso que unas nuevas elecciones no son deseables porque significarían un fracaso de nuestra capacidad de llegar a acuerdos que es lo que estoy convencido que desean la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas. Corresponde a Rajoy intentar formar Gobierno y es por eso que le toca ofrecer propuestas concretas a los partidos que él pretenda que le apoyen.

El PP y Rajoy presionan al PSOE para que ofrezca una abstención que permita ser investido en la segunda votación y trata de presentar ante la ciudadania que si no sale investido, habrá elecciones por culpa del PSOE.

Que vaya a haber elecciones en diciembre está por ver aún. Tiempo habrá de hablar de eso si finalmente se produce. Lo que sí quiero decir es que apoyo que mi partido vote no a Rajoy y sus políticas. Somos diferentes y somos la alternativa. Pero es que además, Rajoy no ha ofrecido nada en concreto para propiciar esa abstención. No se ha mostrado dispuesto a derogar la reforma laboral para una nueva norma pactada entre empresarios y sindicatos, ni a abrir una reforma de la Constitución para dar otro encaje pactado a Cataluña, ni a derogar la ley mordaza, ni a subir el salario mínimo, ni a llevar adelante un plan contra la pobreza infantil, ni a mejorar la normativa de autónomos, ni a derogar la ley Wert, ni a echar a los imputados y corruptos de las instituciones, ni muchos etc más.

El PP tiene un problema con Rajoy. Y es que representa los casos de corrupción más graves de los que es el máximo responsable y, a su vez, es el causante de la enorme desigualdad social que se vive en España. Y es bueno que las diferencia en esos asuntos se pongan de manifiesto para que la ciudadanía tenga opciones. Un apoyo incondicionado, no ayuda a fortalecer la democracia.

Estoy seguro que en los próximos dos meses habrá escenarios mejores y diferentes al actual de Rajoy si o Rajoy no. Yo desde luego trabajaré para ello.