Opinómetro

Julio José Blanes

La cosa está clara

Entre tantos frentes abiertos en Málaga, la historia de las torres de Repsol, por fin, parece clara.

EL ASUNTO.- Es que, después de que se votara por unanimidad que se decidiera en consulta ciudadana qué demonios iban a hacer ahí, se descubrió que igual no se podía votar si no queríamos romper el espacio tiempo y que desapareciera la vida tal y como la conocemos.

POR FORTUNA.- Acudió al rescate el interventor del ayuntamiento que dijo que votar, lo que se dice votar, se puede. De esta forma, por fin, se podrá decidir en consulta ciudadana si se quieren una, dos, cuatro o ninguna torre en los terrenos de Repsol. Que tengan un buen fin de seman… Esperen, resulta que hay más.

UN INFORME.- Sobre la consulta ciudadana de las narices dice que, si se hace y sale algo chungo, subirá el techo de gasto del ayuntamiento, que no sé lo que es pero suena a carísimo, que habría que subir los impuestos y, entre líneas, se puede entender que a lo mejor habría que dar a nuestros hijos primogénitos a Ximénez o algo así.

EL ALCALDE LO TIENE CLARO.- Sin duda está a favor de la consulta ciudadana pero, eso sí, no está dispuesto a que se haga la consulta ciudadana, de ningún modo, que están ustedes muy pesados con tomar decisiones. Hasta en dos ocasiones el equipo de gobierno ha votado, ellos sí pueden, a favor de que se haga la consulta de las narices pero, curiosamente, se resisten a hacerla. Lo último que ha dicho el edil sobre el tema es que si no hacemos los cuatro tochos no tendremos unos 30 o 40 millones para actuar en el Guadalmedina.

¿Y QUÉ TIENE QUE VER EL GUADALMEDINA?.- ¿Y a mí que me cuenta? Supongo que es como cuando te preguntan si tienes fuego y contestas que el Varón Dandy es una colonia desactualizada. No descarten que salga la Junta de un momento a otro en esta historia. Total, una vez metidos en el festival a ver por qué no van a poder jugar todos.

MIENTRAS TANTO.- La oposición en el ayuntamiento ha pedido que se haga la consulta puesto que el interventor ha dado su visto bueno y, en este bucle infinito, el equipo de gobierno volverá a apoyar que se haga la consulta pero dirá que no se puede hacer de ninguna manera.

Así que no me negarán que la cosa está clara. Si los vecinos quieren consulta, consulta tendrán. A no ser que no se haga, en cuyo caso no habrá consulta. El avance en este tema es vertiginoso.

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