Pasarela

Hatsune Miku, el ídolo de masas juvenil que no existe

  • Los adolescentes japoneses han enloquecido por este holograma de pelo azul turquesa que llena conciertos y obtiene millones en beneficios

Ni el mismísimoHombre de Negro podría tocar a Hatsune Miku por mucho que quisiese, ya que no se trata más que de un holograma. Pero eso no parece ser motivo suficiente para no gustar a millones de adolescentes en Japón y, ahora, en todo el mundo, ya que Hatsune cuelga el cartel de "No hay entradas" en conciertos multitudinarios desde Singapur hasta Los Ángeles. Ha generado millones de dólares en ingresos y cuenta con más de 2,3 millones de fans en su página de Facebook; incluso la mismísima Lady Gaga, una experta en cuestiones de espectáculos y shows, la ha contratado como telonera. Es el verano de Hatsune.

En el año 2007, la compañía Crypton Future Media lanzó una aplicación para un programa de voz artificial mediante el cual los usuarios podían crear sus propias canciones. Conocedores del poder de la imagen en la cultura nipona, combinaron la voz con el dibujo de una joven de dieciséis años, metro cincuenta y ocho centímetros de altura y cuarenta y tres kilos de peso; larguísimo pelo azul turquesa recogido en dos coletas de aire colegial, líneas alargadas para un cuerpo que se cubre con minifaldas, botas altas y prendas originales y ojos redondos y grandes.

El caldo de cultivo para "Primer sonido del futuro" (ese es el significado de su nombre) estaba servido, y rápidamente los consumidores del programa empezaron a demandar más y más mejoras en Hatsune, quien cobró vida gracias a ellos: sus fans fueron los artífices de gran parte de su vestuario, coreografías, ilustraciones y, por supuesto, canciones y vídeos que se subieron a la red. Algunos de los más conocidos son World is mine, Redial o Rolling Girl, que en los conciertos acompaña de coreografías y una actitud de lo más coqueta.

Porque, tras las canciones y los vídeos, el paso natural, según la compañía, eran los conciertos. Conviritieron a Hatsune en un holograma 3D y así han llenado estadios en los que genera la misma pasión que cualquier otro cantante adolescente. Precisamente con vistas al mercado internacional (su número de fans sigue ampliándose día tras día), ha comenzado a cantar también en inglés.

Este es un fenómeno cuanto menos curioso porque, ¿no se debería buscar en un vivo el don casi excepcional no producido de forma artificial? Sin embargo, CFM es fiel defensora de que el hecho de que Hatsune sea humana o no es totalmente irrelevante e, incluso, puede constituir una ventaja, ya que no tiene que verse sometida a los contratiempos físicos propios de cualquier otro cantante.

El rostro de Miku ya ha aparecido en campañas publicitarias de Toyota y Google, en el metro de Japón y en sus paquetes de bollería; en fundas para móviles y decoración para portátiles. Sus temas son entonados en todos los karaokes del país. Para una estrella del pop que no existe, ¿dónde está el límite?

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