Pasarela

El audaz 'look' de doña Letizia

  • A la última, la Reina sorprende con un peinado mucho más corto, extraliso y con raya al lado con el que muestra sin miedo su versión más moderna.

La conocimos con la típica melena de telediario, pero la película ha cambiado, y mucho, para doña Letizia. No es ningún secreto la valentía de la Reina en lo que a tendencias se refiere. Su beauty look es extenso desde que la conocimos en 2003 como novia y prometida del por entonces Príncipe de Asturias. La naturalidad de sus primeras apariciones públicas, de melena suelta y capeada, dio paso a peinados elaborados que en ocasiones no le hacían ningún favor. Poco a poco, la actual esposa de Felipe VI fue tomándole el pulso a sus posibilidades apostando por peinados favorecedores con los que sabe está guapa y se siente cómoda. La evolución de sus mil y un peinados siempre ha ido encaminada a un sentido: elegancia y, sobre todo, versatilidad.

Todo el mundo esperaba, la pasada noche del lunes, la llegada de la Reina al Casino de Madrid, donde se celebraban los Premios Woman. La expectación con la soberana como invitada estaba más que asegurada pero nada más bajar del coche las expectativas se superaron con creces. Ataviada con un sofisticado vestido negro de escote palabra de honor con bordados en hilo, microlentejuelas y cristal de Felipe Varela, la esposa del rey Felipe sorprendió a todos presumiendo de nuevo look, un favorecedor y arriesgado corte bob, el look de moda entre las celebrities. Sin miedo y sabiendo que desde que se proclamó Reina consorte sus peinados habían sido un tanto aburridos -sólo con pequeñas variaciones de color y longitud- doña Letizia ha ganado la batalla a la tijera cortándose el pelo a la altura de la mandíbula. Un cabello muy corto -que no le veíamos desde 2008- pero en esta ocasión peinado extraliso y con raya al lado, lo que hace de su aspecto aún más transgresor. Durante sus diez años como Princesa de Asturias y casi uno como Reina, hemos visto multitud de peinados de doña Letizia. Siempre en una constante búsqueda del equilibrio entre lo formal y lo natural. Para el día a día suele apostar por un look sencillo de melena lisa y raya al medio, que en muchas ocasiones da volumen con puntas redondeadas. Estar peinada sin parecerlo es su secreto para triunfar. Ya para la noche o actos más solemnes, arriesga con bucles de tenacillas, sobre todo en sus primeros años y etapa menos acertada estilísticamente hablando, y luego con ondas al agua, tirabuzones despeinados, coletas, trenzas y recogidos, especialmente bajos. Incluso coqueteó con la melena corta apostando por falsos bob en dos ocasiones. Pero la consorte quería dar un paso más, ha arriesgado y ha ganado. No se corta un pelo, o sí.

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