Pasarela

No es fácil ser gay en Hollywood

  • Matt Damon recibe fuertes críticas por aconsejar a los actores que no hablen de sus preferencias sexuales, aunque son muchos los que aseguran que su carrera se ha limitado desde que declararon su homosexualidad

La industria del cine tiene un doble rasero a la hora de hablar de homosexualidad y así ha quedado patente tras las declaraciones que ha realizado el actor Matt Damon al diario británico 'The Guardian', que no han hecho más que encender la mecha de un tema que muchos hasta ahora consideraban era mejor pasar de puntillas. El protagonista de Bourne expuso los inconvenientes que existen en su gremio a la hora de hablar abiertamente sobre las preferencias sexuales al recalcar: "Ya seas heterosexual o gay, la gente no debería saber nada de tu sexualidad porque ése es uno de los misterios que deberías poder interpretar". Estas palabras han sido tachadas de "retrógradas" y han generado tal malestar que han hecho que el propio Damon salga de nuevo a la palestra, en este caso en el popular programa de Ellen DeGeneres, a matizar que nunca ha dicho que "los actores homosexuales deberían volver al armario". "Es doloroso que se afirmen cosas en las que uno no cree", puntualizó.

Lo que no dice Damon es que han sido muchos los actores que han sufrido en sus propias carnes la doble moral de Hollywood cuando han declarado abiertamente su homosexualidad y han visto cómo se recortaban sus posiblidades a la hora de encontrar un papel protagonista. Uno de los que achaca que su carrera se vio truncada el día que reconoció su homosexualidad es Rupert Everett, que asegura que desde que dijo que era homosexual dejaron de llamarlo para ocupar papeles protagonistas. "Hasta cierto punto yo mismo saboteé mi propia carrera", reconoció el actor a 'The Daily Telegraph' años más tarde. También Richard Chamberlain habla de la "homofobia" que existe la cultura cinematográfica y asegura que no recomendaría a ningún actor que reconociera su condición homosexual, como hizo él en sus memorias en 2003.

Ocultar la homosexualidad en el cine no es nuevo, durante décadas los estudios cinematográficos han intentado que sus actores principales no hablaran de sus inclinaciones sexuales porque consideraban que era su condición de seductor lo que servía de reclamo a la hora de generar ventas en el sexo opuesto. Con los años se ha sabido que grandes galanes como Montgomery Clift, Anthony Perkins o Rock Hudson eran homosexuales y Cary Grant y Katharine Hepburn bixesuales. No obstante, ellos triunfaron en una época en la que la sodomia estaba penada por la ley en EEUU y la homosexualidad era considerada una enfermedad mental.

Actualmente son muchos los actores gay que han dado un paso adelante y han salido públicamente del armario para contribuir a la aceptación social de este colectivo, entre ellos, Jodie Foster, Neil Patrick Harris, Mat Bomer o Luke Evans. Este último podría ser un ejemplo de que los tiempos están cambiando en Hollywood, ya que desde su papel protagonista en El Hobbit su trayectoria siempre ha estado ligada a papeles de acción.

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