Pasarela

Las reinas de la Cruz Roja

  • Doña Letizia y doña Sofía participan en la cuestación del Día de la Banderita, una jornada a la que no acudieron ni don Juan Carlos ni el Rey Con un bebé en sus brazos, la esposa de Felipe VI aparca la maternidad "de momento"

Cuando el Día de la Banderita se viene a la memoria lo hace bien con la imagen de una jovencísima Concha Velázquez paseando, hucha en mano, por las calles de Madrid, o bien con la de cualquier dama de la monarquía española detrás de una de las mesas petitorias instaladas en la capital.

Este año se ha producido una simbiosis entre ambas, ya que la Reina ha elegido un outfit que recordaba, y mucho, al que llevaba Concha Velasco en la citada película. Doña Letizia eligió para la ocasión una falda negra de corte evasé de Hugo Boss que realzaba su delgada figura, una prenda que acompañó con una camiseta de Adolfo Domínguez en blanco y negro con motivos geométricos y unos stilettos negros de Prada. Haciendo un guiño a la entidad organizadora, la monarca escogió (igual que ya hizo el año pasado) una cartera de mano en tono rojizo, firmada por Ángel Schlesser. La Reina ocupó durante algo más de una hora la mesa petitoria instalada en la Carrera de San Jerónimo, en las inmediaciones del Congreso de los Diputados, donde compartió espacio con el presidente de la Cámara, Jesús Posada, el presidente de Cruz Roja, Javier Senent, y el secretario cuarto de la Mesa, Teófilo de Luis.

Durante sus años como Princesa de Asturias, doña Letizia ocupó la mesa instalada en la Plaza de Santa Cruz, si bien el pasado octubre ya tomó el relevo de doña Sofía en la de los Jerónimos, lugar que tradicionalmente ha venido ocupando los monarcas españoles esta jornada dedicada a la solidaridad.

Durante más de una hora, la Reina ha saludado a más de un centenar de personas que esperaban su turno en la cola para hacer su donación a Cruz Roja y al mismo tiempo, poder conocerla. Doña Letizia mostró su lado más cariñoso y amable y no dudó a la hora de hacerse selfies con todos los que así lo demandaban. La anécdota de la jornada la protagonizó Nora, una pequeña que aún no ha cumplido su primer mes de vida y que acudió junto a su madre y su abuela a la mesa presidida por la monarca. Sin dudarlo, la Reina pidió tomar en sus brazos a la niña, a la que sostuvo mientras mantenía una breve conversación con su progenitora. En ésta, doña Letizia explicó a la madre que le encantan los bebés y bromeó diciéndole que si por ella fuera, se la quedaría. Ante esta afirmación, la madre de la pequeña le preguntó que si no se animaba a dar un hermanito a la princesa Leonor y la infanta Sofía, a lo que la Reina, sin cerrar del todo la puerta a una nueva maternidad, contestó: "De momento, no".

También el Padre Ángel, fundador de Mensajeros por la Paz, quiso arropar a Cruz Roja en un día tan significativo y acudió a la mesa de los Jerónimos, donde depositó su donativo y charló con la Reina sobre la crisis de los refugiados que está viviendo actualmente Europa, un drama que ha podido conocer de primera mano en un reciente viaje a Budapest.

Por su parte, doña Sofía arropó la iniciativa de Cruz Roja desde la mesa de la Puerta del Sol -que hasta hace poco presidía su hija Elena- donde fue recibida por viandantes y turistas al grito de "¡¡Viva la Reina!!". La madre del Rey escogió para la ocasión una vistosa chaqueta amarilla de doble pecho, que acompañó con unos pantalones negros y camisa en tonos grises. Luciendo, como siempre, su mejor sonrisa, la Reina estuvo acompañada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y presidió la mesa petitoria durante algo más de dos horas.

En esta ocasión, a diferencia de años anteriores, no han visitado a sus respectivas esposas ni don Felipe ni don Juan Carlos. El Rey se encontraba en Valencia, donde presidió los premios Jaime I y visitó las instalaciones del periódico Las Provincias en el 150 aniversario de su fundación. Por su parte, don Juan Carlos no tenía ningún acto previsto en su agenda, aunque, como viene siendo habitual en los últimos meses, prefirió quedarse en un discreto segundo plano. No ocurrió lo mismo, no obstante, el pasado año, cuando el padre del Rey protagonizó una de las escenas más tiernas del Día de la Banderita en la mesa que presidía su esposa, que le lanzó un tierno beso cuando lo vio aparecer. También quedó patente entonces el buen trato que mantiene con su nuera, con la que charló animadamente cuando visitó la mesa de Los Jerónimos. Habrá que esperar al año que viene para ver si don Juan Carlos retoma su paso por esta tradicional cita en la que la monarquía española siempre ha tenido especial protagonismo.

En esta ocasión, los fondos obtenidos en el Día de la Banderita (que supone la mayor fuente de ingresos para que Cruz Roja Española sufrague sus proyectos solidarios) serán destinados a cubrir las necesidades humanitarias de los miles de refugiados que en los últimos meses están llegando a Europa huyendo de la guerra.

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