Pasarela

Máxima, la sonrisa que conquistó Holanda

  • Su cercanía, su sencillez y su elegancia convierten a la reina de los holandeses en una de las más queridas de Europa Ayer celebró su 45 cumpleaños acudiendo a un congreso en La Haya

Los holandeses se visten de naranja y se echan a la calle cada año para celebrar por todo lo alto el cumpleaños de su rey. Aunque no sucede lo mismo cuando es la reina la que sopla las velas.

Máxima de Holanda cumplió ayer 45 años y, tras atender sus compromisos oficiales asistiendo a un congreso sobre pensiones en La Haya, celebró este día tan especial sólo en compañía de los suyos. Pero a Máxima no le hacen falta viajes en carroza ni multitudes que coreen su nombre para saber que tiene el respaldo de su pueblo. Es una de las reinas más queridas de Europa, una distinción que se ha ganado a pulso con su eterna sonrisa, su espontaneidad y su estilo cercano. Aunque la reina de los holandeses es mucho más que eso. Este año ha sido la única royal que ha entrado en la selecta lista que elabora la revista Time con las 100 personas más influyentes del mundo, en la que ha encontrado un sitio gracias a su labor como asesora de la Secretaría General de la ONU en materia de finanzas inclusivas. Máxima es, además, una mujer solidaria que se implica en las causas sociales de su país y que eleva la voz cuando se trata de luchar por la igualdad entre hombres y mujeres. Hoy, sin ir más lejos, tiene previsto acudir a Copenhague para participar en el Women Deliver, una cita en la que se abordan temas relacionados con la salud, el bienestar y los derechos de las mujeres. De la misma forma, es miembro del Consejo de Estado de su país desde hace más de una década y madrina del Fondo Orange, la fundación de la familia real holandesa que trabaja por la inclusión social de los colectivos más desfavorecidos de su país.

Cuando hace 15 años la reina Beatriz anunció el compromiso del heredero al trono con la argentina Máxima Zorreguieta, fueron muchos los holandeses que pusieron aquella relación en entredicho, fundamentalmente, por el pasado político del padre de Máxima, que había sido ministro en la dictadura de Varela.

Pero a la argentina aquel desprecio inicial nunca le importó y se empleó a fondo para demostrar su valía. Desde entonces, ha sabido ganarse a pulso su sitio en la casa de los Orange y su popularidad ha ido creciendo año a año (sobre todo desde el nacimiento de sus tres hijas, que ha hecho que sea valorada también por su labor como madre), tanto que ha terminado siendo el personaje de la realeza más querido por los holandeses, por encima incluso que su marido, con el que comparte el trono desde hace tres años.

La relación entre el rey Guillermo Alejandro y Máxima nunca ha estado en el punto de mira por posibles crisis de pareja. Es más, muchos toman como ejemplo esta relación idílica que comenzó a gestarse en la Feria de Abril de 1999 y que finalizó en una boda de cuento tres años más tarde. Guillermo tenía tan claro que Máxima era la mujer de su vida que no hubiera tenido reparos en dejar su cargo para casarse con la mujer que amaba. Era tal su obsesión con aquella guapa argentina que sus amigos le habían presentado en la Feria de Sevilla, que tres semanas más tarde aplazó un acto oficial para ir a visitarla a Nueva York, donde trabajaba como economista en la zona financiera.

No sólo los holandeses tienen a su reina entre algodones. Máxima de Holanda es una de las royals más populares de Europa y distinguida, sobre todo, por su eterna sonrisa, su espontaneidad y su elegancia.

Aunque el estilo de Máxima no siempre ha sido tan sofisticado como ahora. En sus primeros años como princesa, su look era mucho más discreto y generalmente recurría a los trajes de chaqueta para los actos oficiales. Hoy por hoy, en cambio, suele vestir de firmas de alta costura y en su armario no faltan las grandes pamelas, que sabe lucir como pocas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios