-Cuando Maga anunció su retirada, a finales de 2015, aseguró que su simiente no estaba muerta sino que necesitaba una cura de sueño. ¿Qué tal le ha sentado esta siesta de más de un año?

-Pues la siesta nos ha sentado estupendamente, la verdad. Este tiempo de mirar hacia otro sitio, de dedicarnos a otros proyectos, de simplemente dejar un poco en la recamara a Maga nos ha devuelto la perspectiva de lo que nosotros consideramos que Maga tiene que proyectar hacia el futuro; y nos ha devuelto también la ilusión y las ganas para hacer canciones. De hecho, ese fue el motivo de la vuelta, que recuperamos el hábito de hacer canciones para Maga y eso nos evidenció que Maga no había muerto, que simplemente necesitaba un descanso.

-¿A qué le ha sabido este descanso? ¿Tenía ganas de volver a los escenarios?

-Ha sabido a aprendizaje, aprender de otros compañeros y de uno mismo cuando después de 15 años se ve desvinculado del proyecto principal. Al principio cuesta trabajo ocuparte de otros grupos, de otros menesteres; pero al fin y al cabo de todo se aprende y este descanso nos ha valido para recuperar la perspectiva. No sabíamos si íbamos a volver. Anunciamos la separación o el descanso, sin saber si íbamos a recuperar la ilusión para el proyecto. El descanso ha sido más que fructífero y aquí estamos otra vez para largo.

-Para celebrar los 15 años del grupo han reeditado Blanco, su primer álbum. ¿Qué recuerdos guarda de aquella primera época?

- La mayoría de los recuerdos son gratos. Fueron las primeras veces de muchas cosas de Maga: primer disco serio, primera gira seria, sello discográfico serio; en fin, un montón de recuerdos. Podríamos decir que nos desvirgamos en muchos aspectos, y fue una época muy bonita de mucho aprendizaje también. De muchísima ilusión y mucha energía, también de algún que otro palo.

-Ahora que van a subir a las azoteas de las principales ciudades españolas con conciertos acústicos y más íntimos con Licor 43 ¿Es un poco como volver a recordar los inicios?

-Subirnos a las azoteas de 43 Live The Roof, más que recuperar los recuerdos de esos primeros años, este tipo de conciertos nos ofrecen la oportunidad de reinventar las canciones. Nos permite el lujo de experimentar con el repertorio. Coger canciones, desnudarlas a la mínima esencia y rehacerlas en un contexto diferente. Y nos resulta un reto muy divertido. Me hace especial ilusión esta serie de conciertos en 43 Live The Roof porque vamos a permitirnos el lujo de utilizar herramientas o recursos que no son habituales en el sonido de Maga como a lo mejor electrónica o reducir a la mínima expresión esas canciones con un piano y una voz.

-Háblenos del disco que preparan. ¿Regresan para sorprender a sus seguidores o prefieren seguir siendo fieles al estilo que hizo que Maga se hiciera con un nombre propio en el panorama musical?

-Hay una premisa que nos hemos puesto, que básicamente es no renegar de nuestro legado, aprovechar todo lo que tenemos de estos 15 años de trabajo, que es como tener un gran baúl de recursos y digamos de un léxico bastante amplio de una carrera de tanto tiempo. Y dejarnos llevar por lo que nos apetezca hacer. Evidentemente el sonido de Maga siempre va a estar ahí y vamos a trabajar con libertad, con ganas por supuesto de explorar los horizontes o los derroteros a los que nos puede llevar el sonido de Maga; pero tampoco vamos a renegar ni a encorsetarnos en no intentar repetir nada que suene a cosas anteriores de Maga.