Pasarela

Leonor, la princesa protegida

  • La hija de Felipe VI es, a sus casi 11 años, la heredera de la realeza europea que menos se prodiga en actos oficiales.

Está a punto de cumplir 11 años, pero de ella apenas sabemos gran cosa. Seguramente, si tuviéramos que pasar un examen con curiosidades de nuestra heredera, tendríamos mucha más nota si el protagonista fuera el hijo del príncipe Guillermo de Inglaterra (que mantiene una relación mucho más cercana con la prensa) que si nos examinaran de la propia Leonor de Borbón.

Decía el refranero español que hay tres jueves en el año que relucen más que el sol...Y eso es, poco más o menos, lo que hacen los reyes con su primogénita a la hora de exponerla públicamente, ya que la participación en actos oficiales de la pequeña se limita al desfile del Día de la Hispanidad, la misa de Pascua en la catedral de Palma y el posado estival con el resto de la Familia Real coincidiendo con su llegada a Mallorca. Apenas hay fotografías de la niña al margen de estos actos, a diferencia del resto de las monarquías europeas, que sorprenden de vez en cuando con imágenes que se ciñen al ámbito privado de sus miembros más jóvenes.

Así lo hicieron también los reyes eméritos con don Felipe, del que es fácil encontrar fotos de su vida en familia (desde algunos cumpleaños hasta sus momentos de diversión en el palacio de la Zarzuela o en Marivent) e incluso de su paso por el colegio Santa María de Rosales. A este mismo colegio acuden diariamente tanto la princesa heredera como su hermana Sofía, si bien las medidas de protección se han extremado desde que las pequeñas accedieron al centro y sería inimaginable, más allá de la protección de datos de sus compañeros, que las niñas posaran para la prensa en estas instalaciones. Tanto es así que en los últimos años ni tan siquiera se realiza el tradicional posado de principios de curso en las puertas del colegio, una práctica habitual en casi todas las casas reales europeas.

Don Felipe y doña Letizia han extremado las medidas para garantizar que la infancia de sus hijas transcurre como la del resto de los niños y niñas de su edad y, si es necesario, se reprende al periodista que descubre a la familia en cualquier actividad que corresponda a su ámbito privado, como pasó hace algunos años cuando intentaban fotografiar a las niñas durante la Cabalgata de Reyes.

Sería impensable en una heredera que ni tan siquiera se deja ver en los actos oficiales que llevan su nombre (como los premios Princesa de Asturias o los Princesa de Girona), que se atreviera a pronunciar su primer discurso en público en una edad temprana, como lo han hecho otras princesas de su misma edad, como Ingrid Alexandra, la hija de Haakon y Mette Marit, o Elisabeth, la heredera de los belgas.

Está claro que nunca veremos una foto de doña Leonor en Twitter posando con uno de sus ídolos musicales, como ha sucedido con la hija de los príncipes de Dinamarca, porque la privacidad de la pequeña es lo que más valoran los monarcas. Por eso tampoco suelen realizar viajes oficiales en compañía de sus hijas, una práctica que no chirría cuando está protagonizada por otras monarquías mucho más abiertas, como la británica.

La presencia de la heredera española en la web de la Casa Real también pasa muy de puntillas. En su fotolibro aparecen sólo 24 imágenes desde el día de su nacimiento, la última la de su comunión, hace más de un año y medio, a diferencia de otras monarquías europeas que ofrecen un amplio book tanto de sus herederos como del resto de miembros de la Familia Real (en el caso de la infanta Sofía ni tan siquiera aparece) y no sólo en los actos oficiales sino también de otros aspectos concernientes a su vida privada.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios