Pasarela

José Andrés, el chef que soñaba con ver de cerca las estrellas

  • El cocinero español recibe con ilusión su primera distinción en la guía Michelin y asegura rotundo que "podría vivir sin tenerlas, pero no me gustaría haber muerto sin ellas"

Cuando supo que uno de sus restaurantes había sido distinguido con dos estrellas Michelin lo primero que hizo fue descolgar el teléfono y llamar a su amigo y mentor Ferrán Adriá para contárselo. Después de una vida entre fogones, a sus 47 años el chef asturiano había visto cumplido un deseo que, aunque no le quitaba el sueño, sí era una espinita que tenía clavada desde hacía años. Está considerado una eminencia culinaria en EEUU y uno de los responsables de que la dieta americana empiece a hacer guiños a la comida mediterránea, pero, hasta ahora, ninguno de sus 20 establecimientos habían merecido tener un sitio reservado en el universo de estrellas que concede la afamada guía francesa.

Pero cuando la publicación ha hecho su primera parada en Washington (hasta ahora sólo incluía restaurantes de Nueva York, Chicago y San Francisco), José Andrés ha tenido razones más que suficientes como para entrar en el firmamento Michelin por la puerta grande. Ha sido su restaurante Minibar el que más ha gustado a los críticos, que le han concedido no una, sino dos distinciones.

José Andrés considera que Minibar es algo así como un laboratorio culinario del que se va surtiendo el resto de sus establecimientos. Es uno de los sitios preferidos por el matrimonio Obama y su precio no está al alcance de cualquiera, ya que su menú degustación -compuesto por una veintenta de platos- ronda los 300 euros. "Es más que un restaurante. Es un sitio en el que pasamos muchas horas, trabajamos muy duro. No es un negocio, es un proyecto, es un sueño", aseguró el reconocido chef.

Desde sus inicios se había rodeado de grandes estrellas de la cocina española (se formó con Ferrán Adriá) y por eso ahora ha visto cumplido un sueño. "Podría vivir sin tenerlas, pero no me gustaría haber muerto sin ellas", reconoció después de recibir sus dos primeras estrellas Michelin. Y añadió: "De chiquito soñaba con trabajar en restaurantes Michelin y lo hice muy pronto; luego soñaba con tener estrellas y lo bonito es que con 47 años no sólo me dan una, sino que entro directamente con dos".

Además de ser el responsable del huerto de la Casa Blanca o de ser uno de los que ha revolucionado el concepto del tapeo en Estados Unidos, José Andrés es reconocido también por ser un chef valiente, al que no le importó dejar a un lado un proyecto con Donald Trump para criticar su política de inmigración. También ahora, en un momento tan señalado en su carrera americana, ha hecho un guiño a los que llegaron de fuera. "En un momento en el que hay una retórica importante contraria a la inmigración, nadie duda de que la comida mejor es la de los inmigrantes". Y añadió: "Los inmigrantes han hecho mucho para que este país vaya a mejor".

La llegada de José Andrés al universo Michelin ha sido muy aplaudida en las redes sociales, donde no sólo ha tenido el respaldo y el reconocimiento de otros compañeros de profesión sino también de muchos rostros conocidos que llevan años saboreando sus platos en algunos de sus restaurantes más conocidos.

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