Provincia

Marín Lara, el político de todos los colores

  • Su trayectoria pone de manifiesto su gusto por el poder, al punto de pactar con todos los partidos para mantenerse en la Alcaldía · Su detención deja en evidencia a Heredia.

Antonio Marín Lara ha pasado de fichaje estrella del PSOE a fichaje estrellado. Su detención en el marco de la operación impulsada por la Policía Nacional y la Fiscalía Anticorrupción, en la que se investiga la presunta comisión de delitos de cohecho, prevaricación, tráfico de influencias, falsedades y blanqueo de capitales, coloca en una situación cuanto menos delicada a Miguel Ángel Heredia, secretario general del PSOE en la provincia de Málaga, y principal valedor de la operación que permitió que Marín Lara, antes gran referente del Partido Andalucista, recalase en la formación socialista, de la que fue cabeza de cartel en las pasadas elecciones municipales.

La apuesta de Heredia por Marín Lara lo era por alguien que viene haciendo de su actividad política un ejercicio constante de supervivencia ligada al poder. No le ha importado a lo largo de la última década asociarse con enemigos acérrimos o ser compañero de cama de formaciones a las que segundos antes traicionaba. La trayectoria del ahora concejal socialista en el Ayuntamiento de Ronda está marcada por la polémica y por su inequívoca capacidad para estar en primera línea de fuego.

"No ha sido una persona equilibrada en los últimos tiempos, ya no sabemos si por causas naturales o por su ansia de poder; le gustaba el poder una barbaridad", confesaba ayer una persona que ha trabajado con él en una de sus etapas al frente de la Alcaldía. Otro político de la localidad, cercano al PSOE, resumía su opinión sobre el exalcalde como alguien que se encargaba de "filtrar mentiras e inventar historias" en contra de sus contrincantes, que no necesariamente tenían que ser de otro partido.

Incluso, asegura que en los últimos tiempos estaba tratando de acercar posturas con los actuales ediles del PA, que apoyan al PP en el gobierno local. Pero esta fuente, sobre todo, se sorprende del apoyo que Marín Lara ha estado recibiendo desde hace meses por parte de la dirección provincial socialista. "Lo de este señor es para escribir un libro; se le ha permitido mucho a nivel provincial", apostilla.

Heredia, y con él la dirección provincial, se mantuvo fiel a su fichaje incluso cuando la Comisión Antitransfuguismo lo consideró tránsfuga tras pasar del PA al PSOE. Y lo hizo cuando su imagen empezó a generar una confrontación evidente en el seno del partido en Ronda. La cuerda se tensó aún más cuando a finales de agosto de 2010 destituyó de su cargo a Juan Fraile, entonces concejal de Urbanismo, según parece por poseer un sondeo en el que el que fuera alcalde socialista de la localidad recibía una mala valoración por parte de los ciudadanos.

Tras todos episodios, ocho de los integrantes de la dirección local dimitieron hace unos meses, aduciendo el intento de la ejecutiva de excluir a los miembros críticos. Otra muesca de esta división interna fue la tensión que se vivió en la asamblea de nombramiento del cargo que ocuparía el puesto de diputado provincial por la Serranía de Ronda y en la que los críticos denunciaron prácticas irregulares. Finalmente, fue el propio Heredia el que designó a Francisco Cañestro, ahora también detenido.

Toti, apodo por el que es conocido en la Ciudad del Tajo y que él mismo empleó en una campaña electoral, ha convivido con la naturalidad que marcan algunos de los postulados de Maquiavelo con el PSOE, con el PP y con el GIL, manejando las piezas según le interesaba para mantenerse al frente de la Alcaldía.

La historia de este abogado de profesión así lo dicta. En septiembre de 2004, un año después de los comicios municipales y de apoyar a la entonces candidata socialista en Ronda, Isabel Aguilera, Marín Lara puso fin al pacto e impulsó una moción de censura con el aval de los ediles del GIL y del PP para auparse él mismo al frente del Consistorio. Con la vara de mando en la mano se mantuvo hasta los comicios locales de 2007, cuyos resultados le obligaron a pactar con los populares. Y ello a pesar de que durante la campaña, en la que le acompañó su eslogan Yo, a Toti, se mostró convencido de lograr mayoría absoluta.

"Todo el mundo desde pequeñito me conoce como Toti y lo que quiero decir a la gente es que soy el rondeño de siempre, al que han conocido de chico", comentaba. "Se sabe que en Ronda la marca Toti vende, la gente sabe como soy, que cumplo, que estoy cerca, que aparezco a las diez de la noche en la casa de un vecino para solucionarle un problema; eso es lo que hay que hacer, trabajo del día a día", añadía.

Pero el político cercano nunca ha tenido un rumbo fijo. Rompió con los socialistas tras prestarles su apoyo, comportamiento que repitió en 2008 con sus entonces socios de gobierno, el PP. Ese año, apenas uno después del paso por las urnas y de revalidar el pacto con los populares, entendió que lo idóneo era no continuar con esa relación. La rompió y buscó en los brazos de los concejales del PSOE el sustento necesario para continuar su mandato.

Un paso que acabó por ligarlo definitivamente con el partido de la rosa. Tras años de militancia andalucista, al punto de ser referente de la formación en la provincia de Málaga y su alcalde más votado en Andalucía, Marín Lara volvió a dar un giro de tuerca al abandonar el PA para convertirse en militante del PSOE. Se justificó en que el ideario de ambas formaciones coincidían en más del 90% y agregó: "En política dos más dos son cinco".

Con esta transformación de sus aparentes convicciones ideológicas y políticas sembraba el terreno en un escenario en el que el andalucismo empezaba a caer a pedazos y colocaba los peldaños necesarios para convertirse, meses después, en el candidato socialista a la Alcaldía. Pero este nuevo cambio de rumbo tuvo consecuencias inmediatas después de que la Comisión Antitransfuguismo, presidida por Manuel Chaves, dictamisase que Marín Lara, junto con los ediles andalucistas que siguieron su mismo camino, eran tránsfugas.

Lejos de mostrar preocupación por lo ocurrido, el exalcalde era taxtativo ante la decisión. "Ni me ocupa ni me preocupa", sentenció. Y su tranquilidad se transmitió a la sede provincial del PSOE, cuyo máximo responsable, a pesar del revés recibido, optó por no variar un ápice la apuesta por su fichaje estrella. Incluso, el secretario de Organización, Francisco Conejo, acudió raudo a Ronda para ofrecer una rueda de prensa de apoyo a Marín Lara en la que llegó a afirmar que era un "honor" estar con él.

El tránsfuga Marín Lara acabó siendo candidato socialista a las elecciones del pasado mes de mayo, donde, fue víctima del mismo juego de tronos que tan hábilmente supo ejercer durante años. Un nuevo pacto político, sin él como eje, permitió al PP y a la antigua organización de Marín Lara, el PA, retirarlo del camino a la Alcaldía, a pesar de haber sido el cabeza de cartel más votado.

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