La actividad que desarrollan los chiringuitos que se encuentran ubicados en la playa torremolinense de Los Álamos está en el punto de mira de los vecinos. Hasta tal punto ha llegado la situación que recientemente se ha constituido una asociación que pretende que estas instalaciones cumplan todos los requisitos que exige la normativa medioambiental, sobre todo aquellos referidos al sonido. Así, desde esta asociación se indicó que varios establecimientos del lugar cuentan con una ocupación "mayor de la permitida", pues se informó que, al parecer, hay locales con una superficie de 35 metros cuadrados que en realidad ocupan más de 500 metros "con obra estable". También los asociados critican el uso de estructuras móviles por las noches para ampliar el espacio, pues aseguraron que "se emplea para uso privado un terreno de dominio público".

Sin embargo, las quejas no se reducen sólo a la ocupación supuestamente excesiva, pues también la asociación asegura que hay problemas de ruido derivados del ocio nocturno. En este sentido también afirmaron que se ven perjudicados "por los usos indebidos" que se producen en la zona, la cual en los últimos años se ha convertido en una de los principales espacios de ocio de la Costa del Sol.

Por todo ello, la entidad ha instado al Ayuntamiento a que tome medidas para controlar estas instalaciones playeras. Es más, afirmaron que en los últimos tiempos se han presentado varias reclamaciones ante el propio Consistorio que por el momento no han obtenido respuesta, ya que "ni tan siquiera han sido admitidas a trámite". "