Provincia

Los familiares de Lucky denuncian la pasividad del SAS tras la muerte del joven

  • Decenas de manifestantes, la mayoría de Gaucín, protestan ante las puertas del Hospital de Ronda para exigir justicia

Las mismas pancartas que fabricaron los vecinos de Gaucín para la primera manifestación celebrada en su pueblo en abril pasado; las mismas camisetas con la fotografía del joven Luis Alberto Ramírez, quien falleció hace un par de meses tras sufrir una peritonitis que, según sus familiares, no fue detectada por los médicos. La liturgia, sin embargo, tuvo lugar ayer en Ronda, frente a las puertas del Hospital de la Serranía, al que el joven Lucky acudió tres veces aquejado de los fortísimos dolores que acabaron con su vida. Unas 800 personas, según los manifestantes, se unieron ayer nuevamente en apoyo a los familiares y amigos del fallecido. Exigimos responsables; ¿Cuántos muertos más necesita el SAS?; Lucky, víctima de negligencia; Más dignidad profesional. Las pancartas se colocaron en los accesos al centro hospitalario y fueron portadas hasta su misma puerta.

"Gracias por todo vuestro apoyo, por ayudarnos a continuar en nuestro propósito de dar respuesta a la pregunta de qué murió nuestro hermano", dijo María José Ramírez a todos los asistentes. Y terminó la hermana: "¡Respondéis siempre!", dedicado especialmente a los vecinos de Gaucín que, en autobús y coches particulares, llegaron ayer a Ronda para protestar bajo un sol de justicia, pasadas las 17.00. Había muy pocos rondeños.

María José, que recordó los días de la muerte de su hermano como "terribles", aseguró después que a la familia no le mueve ningún sentimiento de venganza, "ni siquiera de resentimiento, sólo de justicia, porque nunca debió ocurrir".

Los familiares aseguraron ayer que el SAS ha cerrado el caso: "No están haciendo nada, sólo lo que la ley les obliga", se quejó la hermana, al tiempo que volvió a exigir que los médicos que trataron a Luis Alberto sean inhabilitados de forma cautelar. "Debemos huir de fatalismos y de la fácil aceptación de que la muerte de nuestro hermano se debió a la mala suerte. Debemos saber si recibió o no una adecuada atención médica; si el trato facultativo que recibió fue profesional o prepotente; si se pusieron todos los medios para evitar su muerte...", rezaba un comunicado leído ante los asistentes. "El conformismo lleva al fracaso, y la exigencia al éxito. Y el éxito será de todo el valle del Genal. Cualquier responsabilidad del sistema sanitario tiene que ser reclamada", terminaba el escrito, tras anunciar más protestas.

Los familiares y amigos de Lucky bajaron ayer la cuesta de acceso al Hospital de Ronda tras haber dejado tras de sí, junto a terribles recuerdos, un ramo de flores y varias velas encendidas a las puertas del centro. La concentración había terminado: "Esto no se puede olvidar", clamaba la hermana.

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