El 70% del suelo no urbano del término municipal de Vélez-Málaga está protegido. Sin embargo, en muchas de estas tierras no existen elementos naturales que requieran dicha defensa urbanística. Entre otras, aquellas clasificadas como forestales en donde no existe ni un solo árbol. Por ello, el área de Urbanismo ha realizado un trabajo de catalogación de suelos apoyados en el catastro rústico que sustituirá al que existía de 1983. "Hasta ahora, según hemos comprobado, habría grandes desequilibrios con la realidad del terreno ya que existían zonas con una catalogación que ya no le correspondía. Con la ortofoto y el catastro hemos realizado un trabajo muy minucioso delimitando parcela a parcela", explicó la concejal de Urbanismo e Infraestructuras, Concepción Labao (PP), quien aclaró que los suelos protegidos por su proximidad con un arroyo o un río, por citar algunos ejemplos, no se tocarán.

Así, en el documento se han señalado bolsas que distinguen entre matorral disperso y erial abandonado; huertas y subtropicales, o la vega, junto al río Vélez, donde están la mayoría de los suelos cultivados. "Se trata de un documento fundamental para nosotros y para los agricultores del municipio que demandaban una nueva clasificación de los suelos rústicos", añadió la edil, quien indicó que el objetivo último es "activar la economía del sector agrícola". ya que los propietarios de tierra de cultivo se encontraban con el problema de no poder construir ni siquiera un invernadero o hacer un vallado dada su alta protección.

"Lo que queremos es levantar en la medida de lo posible la protección de las parcelas que se pueda para que los propietarios puedan desarrollarlas y liberarlos de posibles sanciones", destacó Labao quien aclaró que este documento que estará incluido en el Plan General de Ordenación Urbana tendrá que tener la supervisión de la Junta de Andalucía. "Con esta nueva clasificación es posible saber qué hay cultivado y explotado, y que no lo está. De esta forma, eliminamos errores, potenciamos el uso agrícola, y adaptamos el PGOU de forma que los agricultores no tengan problemas con las licencias a la hora de solicitarla para cualquier obra que requiera el ejercicio de su actividad", aclaró la edil de Urbanismo quien resaltó la necesidad de adaptarse a las nuevas necesidades de los agricultores que tienden a la "modernización de sus plantaciones". De esta forma, siempre y cuando, la administración autonómica aprueba las nuevas clasificaciones, los agricultores encontrarán mayores facilidades en la concesión de licencia y evitarán la apertura de expedientes de legalidad urbanística.