Provincia

Inician la reparación de los daños ocasionados por la lluvia

  • Las dos principales calles de acceso al barrio Padre Jesús estarán cortadas hasta el viernes

Tras el temporal llega la calma. Es lo que ocurrió ayer en Ronda. Aunque estaba anunciada una alerta amarilla ante la previsión de que volviesen a producirse precipitaciones de consideración, las lluvias fuertes no llegaron y los servicios operativos municipales pudieron iniciar la reparación de las zonas que han resultado más dañadas por los efectos del agua.

El barrio de Padre Jesús, situado en la parte baja de la ciudad junto al Tajo rondeño, fue una de las zonas más afectadas, ya que su situación hace que las pronunciadas calles que conducen se conviertan en auténticos ríos en el caso de fuertes precipitaciones. Ayer podían apreciarse los numerosos socavones que la fuerza de la corriente logró abrir en la calzada empedrada de las calles Santa Cecilia y Los Remedios, las más afectadas por los efectos de la tromba del agua.

Los operarios del Consistorio se afanaban en tapar provisionalmente con arena los agujeros dejados en el pavimento, aunque los trabajos tendrán que prolongarse hasta el próximo viernes para poder completar la reparación.

Este hecho provocará que el acceso a esta barriada se corte a la circulación, por lo que ayer el delegado municipal de Tráfico, Antonio Arenas, comparecía para anunciar la decisión de cerrar totalmente al tráfico la zona y pedir disculpas a los vecinos por la incomodidad que tendrán que soportar durante estas jornadas. Además, también pedía "comprensión" a los padres del Colegio La Inmaculada, que tendrán que acceder a pie durante esta semana para poder dejar a sus hijos en clase, lo que supondrá una incomodidad añadida a la que tendrán que soportar los propios residentes.

En este sentido, Arenas, reconocía que se han estado barajando medidas alternativas aunque, finalmente, se optó por un cierre completo para facilitar el trabajo de los operarios de Obras en el menor tiempo posible.

Mientras tanto, en otros puntos de la ciudad también se realizaban reparaciones de los daños ocasionados por la lluvia, como en un aparcamiento subterráneo de la plaza Carmen Abela, en la que se estaba reparando la bomba de achique que había quedado averiada y que hizo que el agua alcanzase casi los 40 centímetros en el interior de las cocheras.

En cuanto a las precipitaciones, aunque durante la madrugada del martes hubo chubascos importantes, sólo dejaron pequeñas entradas de agua a viviendas y garajes subterráneos sin ocasionar daños.

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