Provincia

El alcalde deroga simbólicamente el decreto por el que se expulsó a los cómicos en 1753

  • Delgado Bonilla destaca la larga tradición teatral que ha vivido la ciudad a lo largo de los últimos siglos

El alcalde de Vélez Málaga, Francisco Delgado Bonilla, derogó de forma simbólica el decreto por el que se expulsó, el 21 de febrero de 1753, a los cómicos de la capital axárquica. El anuncio lo trasladó el regidor el pasado domingo durante el acto de entrega de los Escudos de Oro de la Ciudad, celebrado en el Teatro del Carmen, en reconocimiento a la Compañía de Teatro María Zambrano, uno de los cuatro galardonados este año. Este apunte en la historia veleña lo realizó al destacar la larga tradición teatral que ha vivido la ciudad a lo largo de los últimos siglos y especialmente en los últimos treinta años con el trabajo desarrollado por esta institución amateur local de las artes escénicas.

"Por motivos que se desconocen se acordó expulsar a mediados del siglo XVIII a los cómicos de nuestro municipio y de la provincia, hecho precedido, doce años antes, en 1741, por la decisión del Ayuntamiento de la localidad de dejar de asistir a las comedias, quitando el banco que tenía reservado la Corporación Municipal de entonces en el corral de comedias del Hospital San Juan de Dios, tapiándose incluso este espacio", afirmó Delgado Bonilla, quien relató estos datos históricos basándose en el libro La pequeña historia de Vélez-Málaga, del historiador Francisco Montoro.

Concretamente, en esta obra se puede leer: "El licenciado don Luis Bernal de Vallejo supo en 1753 que en Vélez-Málaga existía una farándula dirigida por Antonio Vilches, y, ni corto ni perezoso, el 21 de febrero dictó un auto mandando, bajo severas penas, que los infelices farsantes abandonaran Vélez y pueblos de su distrito al término de tres días. La tropa farandulera de Antonio Vilches tenía por primera dama a Juana González, las comediantas Francisca López, Mariana Hernández y Margarita Salvador, el primer galán Pedro Canal, el barba Lorenzo del Castillo, el autor antes citado y otros".

Fue entonces cuando el alcalde pidió al secretario municipal, Benedicto Carrión que tomara acta del momento, ya que según dijo el municipio de Vélez Málaga estaba "en deuda" con el teatro y sus actores.

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