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Bruselas excluye las dehesas como zonas de pasto para el ganado

  • Algunas explotaciones pueden perder un 90% del terreno que antes se consideraba alimento

La Serranía de Ronda, junto a zonas de la comarca del Guadalteba, puede ser una de las zonas de la provincia de Málaga más afectadas por la nueva fórmula elegida por la Unión Europea para medir la superficie de pasto para ganaderías extensivas. Aunque el problema afecta a todas las explotaciones en las que existe una importante presencia de árboles del género quercus, que son los que conforman las denominadas dehesas de la zona, destinadas al pastoreo y la cría de cerdos.

Lejos de entender dicha concepción del bosque Mediterráneo, muy abundante en la comarca de Ronda, los técnicos de la UE han decidido reinterpretar la norma para la estimación de los pastos de las explotaciones (elemento fundamental para el alimento del ganado) y han optado por considerar que todo el terreno que existe bajo una copa de un árbol no es espacio susceptible de tener alimento para animales, quedando fuera de dicha consideración. Ello puede llevar a los ganaderos a perder entre un 30% y un 90% del terreno que antes tenían considerado como de pasto, en función del cual también se calculaba la ratio para considerar una ganadería como extensiva o intensiva.

"Es ridículo, es una locura", decía ayer el presidente de la Agrupación de Ganaderos de la Serranía de Ronda, Miguel Ángel Reguera, que equiparaba el desconocimiento que se tiene en este asunto con el demostrado hace años con el olivar y el comisario europeo del ramo, Franz Fischler, cuando quiso probar una aceite directamente del olivo cuando visitó Andalucía y se puso en duda su idoneidad para dirigir la política agraria comunitaria. "Estas normas las hace gente desde sus despachos sin saber lo qué es una encina y conocer la ganadería extensiva del sur de Europa", apuntó Reguera.

El espacio existente bajo las encinas suele ser uno de los mayores generadores de alimento para los animales, por lo que Reguera mostró su indignación por la nueva interpretación que se hace desde Bruselas. "Puede que en el norte no haya comida, pero aquí no es así", dijo Reguera, que acusó al Ministerio de Agricultura de no haber sido totalmente claro en este asunto. Por ello, exigió una defensa clara de la dehesa mediterránea.

De momento, los más de 600 ganaderos existentes en la zona se verán afectados en mayor o menor medida si se mantiene esta interpretación sobre la dehesa y siguen sin saber cuánto cobrarán por sus ayudas. Por otra parte, están llegando a producirse ya casos en los que la administración ha pasado a considerar explotaciones que eran extensivas como intensivas, lo que supone la aplicación de una normativa diferente, no acorde y casi imposible de cumplir. "A todo el mundo se le llena la boca hablando de producción extensiva, sus ventajas y que es el futuro, pero pocos nos ayudan", afirmó Reguera.

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