En menos de 24 horas Estepona ha vivido un nuevo capítulo desagradable con el desahucio de Boujemaa, quien tuvo que abandonar la vivienda en la que residía con su mujer y sus tres hijos de 2, 16 y 18 años, y una de sus hermanas también desempleada. Se trata del segundo lanzamiento consecutivo en dos días después de que Hanan, quien en la mañana de ayer también acudió en señal de apoyo a la familia, tuviera que dejar su domicilio. Ambos requirieron de atención médica a su salida tras sufrir un desmayo en plena calle.

Decenas de vecinos y miembros de diferentes colectivos sociales se concentraron desde primera hora de la mañana en la calle Huerta Nueva, en la que se encuentra ubicado el inmueble, para intentar impedir que se ejecutara la acción. Nuevamente, un amplio dispositivo policial acordonó la zona e incluso cortó el tráfico en la calle que daba acceso a la vivienda desde al menos dos horas antes de la prevista para el lanzamiento. No obstante, nada impidió que un grupo de personas del colectivo Stop Desahucios pasara la noche junto a la familia afectada, a los que se unieron algunos miembros más durante la madrugada. En total, hasta 13 personas intentaron desde el interior del domicilio poner resistencia pacífica, aunque en esta ocasión el lanzamiento se realizó con prontitud. Pasadas las 10:00, Boujemaa se despedía de la vivienda en la que residía con su familia desde hace ya nueve años.

El desalojo se produjo tras el impago de la hipoteca, de la que adeuda 200.000 euros, desde que en 2013 se quedara sin trabajo. Desde entonces, la familia de Boujemaa apenas contaba con unos ingresos totales de 426 euros al mes. Tras el desahucio, alrededor de una treintena de personas se concentró en la puerta del Ayuntamiento en señal de protesta. El coordinador de IU, Antonio Murcia, ha reclamado para ambas familias la entrega de un alquiler social de dos de las nueve viviendas que el Ayuntamiento tiene vacías en el colegio Santo Tomás de Aquino. No obstante, desde el Consistorio explicaron que dichas viviendas están en un proceso de enajenación para dar cumplimiento al plan de ajuste de pago a proveedores, por lo que el Ayuntamiento no dispone ya de ellas. Asimismo, aseguraron que, al igual que en el caso de Hanan este asumirá los gastos que conlleve el realojamiento provisional de la familia mientras encuentra un nuevo domicilio en régimen de alquiler, además de una ayuda de entre 200 y 300 euros de manutención para los dos menores y la atención en el comedor social.

La familia de Boujemaa, sin embargo, ha rechazado en un primer momento el alojamiento provisional en una pensión que iba a sufragar el Ayuntamiento porque, según aseguraron, serán acogidos en el domicilio de unos amigos, donde pasarán la primera noche tras su desalojo.