La Cueva de Nerja se refuerza de cara a la afluencia de público durante la temporada estival, cuando se multiplican las visitas a la gruta catalogada como Bien de Interés Cultual y en vías de convertirse en Patrimonio de la Humanidad. Por ello, la Fundación que se encarga de su gestión ha abierto el plazo de selección para contratar personal de cara a la atención al público durante los meses de verano.

El presidente de la Fundación Cueva de Nerja, Jorge Hernández Mollar, explicó que se contratarán a cuatro empleados eventuales entre mayo y octubre, "quienes reforzarán al equipo existente a tiempo parcial a excepción de julio y agosto, cuando prestarán sus servicios a jornada completa". Del mismo modo, apuntó que las bases ya están publicadas en la página web de la cavidad, estableciéndose un plazo de 10 días para la presentación de solicitudes, es decir, hasta el 27 de abril. Sobre los requisitos, indicó que, "dado el perfil del puesto, enmarcado en el grupo profesional de atención al público o vigilantes del convenio colectivo de la Fundación, se primarán los conocimientos en turismo e idiomas".

Hernández Mollar destacó "el compromiso de la Cueva de Nerja por la promoción de empleo, por una parte, así como la calidad de la atención al público, que repercute en un valor añadido para el turismo de la cavidad y del municipio de Nerja". Por último, subrayó "la transparencia del proceso de selección, que será efectuado por una comisión constituida para tal fin, formada por el vicepresidente primero o un vocal que éste delegue, el gerente, el interventor y el secretario quienes, junto a la asesora laboral, quienes realizarán las valoraciones y entrevistas pertinentes para proponer a los candidatos seleccionados".

Paralelamente, la Fundación está trabajando para abrir las salas de La Torca y La Mina de la gruta nerjeña, hasta ahora cerradas al público, para que puedan ser visitadas en grupos reducidos. Ambos espacios son considerados el "corazón" de la Cueva por su importancia. La primera es por donde entraron los cinco jóvenes descubridores de la gruta en 1959 mientras que la otra es donde los profesores Jordá y Pellicer realizaron las excavaciones arqueológicas que constatan la existencia de vida hace 30.000 años.