Las calles de Antequera comenzarán a recibir de forma inmediata los nuevos faroles que están dotados de control remoto y tecnología led, que se espera que aporten un ahorro a las arcas municipales de 262.080 euros anuales, una vez que estén en funcionamiento las 4.000 unidades que está previsto instalar. Además, las nuevas luminarias también conllevará una importante reducción de emisiones de dióxido de carbono al año, en concreto, 840.840 kilogramos menos.

El diseño de los nuevos faroles está basando en el estilo antequerano que tienen los actuales, aunque consumirán un tercio de los 150 watios que gastan los actuales y, sin embargo, "iluminan mucho más", indican desde el Consistorio. De igual modo, cuentan con una mayor calidad de luz, debido a que poseen un índice de reproducción cromática que permite distinguir una mayor gama. Las luminarias cuentan un sistema de telegestión punto a punto, basada en el Internet of Things, que en la actualidad se trata en los foros internacionales de alumbrado público. De este modo, a partir de este momento se podrá monitorizar y controlar de manera individual de cada farol, al que se podrá acceder mediante una plataforma web, lo que permitirá detectar averías, agrupar faroles por calles, gestionar grupos de luminarias y de este modo poder regular los consumos en función de las horas o de la existencia de determinados acontecimientos en las calles. Y es que los faroles pueden regular la intensidad de su luz. Además, el diseño y fabricación del farol se ha realizado bajo la supervisión de los servicios técnicos municipales, acorde a las características técnicas y constructivas que han sido definidas por el plan director del alumbrado público y ornamental del Consistorio antequerano.

El nuevo proyecto se unirá a la renovación de los sistemas de iluminación del alumbrado público de la ciudad, que se inició hace varios meses y que ya conllevó la mejora y cambio de alrededor de otras 2.000 luminarias de otros tipos.

Desde el Consistorio se explica que el objetivo de los proyectos es el cumplimiento de la normativa de contaminación lumínica, la mejora de la eficiencia energética mediante tecnología que reduce en un 70% el gasto energético y una mayor percepción de colores. A ello se une que hasta ahora el 25% del flujo lumínico se emitía hacia el hemisferio norte, un efecto que a partir de este momento también se evitará con el nuevo sistema.