rincón de la victoria

Un cuatripartito bien avenido

  • La apuesta por la participación ciudadana, la cultura y el bienestar social marcan el primer año de gestión, en el que no se han producido tensiones internas a destacar

No parecía fácil un gobierno en Rincón de la Victoria con cuatro partidos ávidos por tomar decisiones. No eran pocos los que auguraban tensiones y dificultades a la hora de adoptar acuerdos municipales. Sin embargo, de momento, el consenso ha imperado y de éste han fluido nuevas iniciativas, todas contempladas en el pacto de gobierno firmado tras los comicios locales.

Éste se gestó después de que el Partido Popular, la fuerza más votada en las urnas, no consiguiera un socio que le aportara cuatro concejales para gobernar con mayoría suficiente. El aspirante, Ciudadanos se quedó con tres. Así, el resto de grupos de la oposición, PSOE, Ahora Rincón, Izquierda Unida y Partido Andalucista decidieron unirse para derrocar a los populares.

Siguiendo la tendencia de la última década, el acuerdo repartía la Alcaldía entre la socialista Encarnación Anaya y Antonio Moreno, representante del partido avalado por Podemos. Cada uno de ellos, dos años. De ese modo, Moreno se convertirá en alcalde en 2017. La versión oficial fue que el PSOE tenía más experiencia en el gobierno, y por tanto, era más conveniente que tomase primero las riendas. Así, los de Ahora Rincón, tendrían dos años para ponerse al día con la forma de gestionar una administración pública.

En estos doce meses, muchas han sido las iniciativas que han puesto en marcha, sobre todo en materia de participación ciudadana, bienestar social y cultura. Sin embargo, algunas no han tenido el calado que se esperaba tras el compromiso adquirido en junio del pasado año. A modo de ejemplo, los presupuestos participativos para los que se han destinado 250.000 euros de un ejercicio económico que cuenta con 38,6 millones de euros. Una suma ciertamente baja si se toma en consideración que el municipio vecino de Almáchar deja 330.000 euros para que sus habitantes decidan las inversiones, con presupuesto de 2,3 millones de euros. También se les han escapado 250.000 euros que podían haber invertido en políticas sociales procedentes del ejercicio económico de 2015. En su haber, cuenta la activación del portal de transparencia o las ayudas el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), para las que van a destinar 250.000 euros anuales.

En materia laboral, sigue pendiente la aprobación del convenio colectivo de los trabajadores; se ha abierto una bolsa de trabajo después de siete años y, a falta de un plan de empleo, se ha reformulado la Renta Básica que ya pusiese en marcha en anterior gobierno. No obstante, la misma se incluyó en el último presupuesto de Anaya para 2011.

Otro de los logros fue la aprobación de las cuentas municipales en tiempo y forma, recuperando las subvenciones a los colectivos y la puesta en marcha de un plan de rescate social y de apoyo a los colectivos vulnerables. Las inversiones han sido escasas y mantienen la anualidad para la construcción de la piscina cubierta tan criticada al ex alcalde, Francisco Salado. Otros proyectos de la anterior Corporación, como el parque periurbano de Torre de Benagalbón, con una subvención de la Diputación de 500.000 euros, siguen parados.

El gobierno local espera conocer este mes el informe del interventor sobre el cumplimiento del Plan Económico Financiero, al requerir de una importante inyección de crédito. La apertura del campo de rugby está prevista para septiembre. Quedan pendientes la apertura de las tenencias de Alcaldía de Torre de Benagalbón y Benagalbón y la creación de los consejos ciudadanos y sectoriales, ambos compromisos de los cien primeros días de gobierno.

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