Un giro inesperado en las negociaciones a la Alcaldía del municipio mijeño a última hora de la noche previa al pleno de investidura dio la vara de mando al líder de Ciudadanos, Juan Carlos Maldonado. Así es como la formación naranja, con solo cinco concejales, pasó a gobernar con el Partido Popular, que pese a ser la fuerza más votada con 11 ediles cedía a las exigencias de la agrupación. O, al menos, así lo fue hasta hace apenas un mes tras un año no exento de polémica que acabó con la ruptura del bipartito el pasado 26 de abril.

La primera crisis de gobierno llegó apenas veinte días después del acuerdo de estabilidad alcanzado entre ambos partidos cuando el que fuera su ex socio de gobierno y también ex alcalde del municipio, Ángel Nozal (PP), amenazó con romper el pacto tras denunciar el incumplimiento de uno de los puntos del acuerdo de investidura y que más tarde se acabaría convirtiendo en la comidilla del primer año de legislatura: el nombramiento del intendente de la Policía Local.

Maldonado puso entonces fin a esta discrepancia con la retirada provisional de sus competencias, decisión que justificó en la "deslealtad institucional" del líder de los populares, quien más tarde protagonizaría la primera desbandada del pleno del Ayuntamiento de Mijas junto al resto de miembros del PP. La pérdida de confianza entre ambos socios marcaría así los primeros meses de gobierno ante un pacto que parecía tambalearse y que dejó en un segundo plano a la gestión municipal.

Pese a un primer intento de hacer las paces, reflejado quedó en aquella foto en la que Nozal y Maldonado posaban en primer plano, apretón de manos incluido, junto al resto de miembros del equipo de gobierno, los resultados de las auditorías de las empresas municipales acabarían por encender nuevamente la llama. El regidor mijeño exigió entonces a la dirección provincial del PP el cese de Ángel Nozal y Lourdes Burgos. Así es como en un intento de mantener el bipartito, los populares acabaron sacrificando a su número uno en el municipio.

Sin embargo, la tensión se mantuvo hasta que hace apenas un mes Maldonado anunció la ruptura del pacto, decisión que pareció no tomar por sorpresa a su ex socio de gobierno. El regidor justificó entonces su postura en los resultados de las auditorías realizadas a la gestión municipal del anterior equipo de gobierno del PP y que según él pusieron de manifiesto numerosas "irregularidades".

Pese a gobernar en minoría el balance realizado reciente por Ciudadanos tras la salida del Partido Popular del gobierno de Mijas no deja de ser positivo. "En estos primeros treinta días sin los populares el Ayuntamiento ha avanzado más que en los últimos diez meses, ya que, en su afán partidista por desprestigiar al alcalde, mantenían la administración local paralizada desde sus áreas", manifestó el alcalde.

Por su parte, el presidente de los populares en el municipio, Ángel Nozal, señaló que "Mijas ha sufrido un año negro en lo político y de paralización en lo social desde mayo de 2015". Al mismo tiempo, Nozal instó a Maldonado a presentar una moción de confianza "para saber si tiene mayoría suficiente para seguir gobernando. Quizás le apoye el PSOE, o quizás no, pero por lo menos que se retraten". En el aire quedaría ahora un posible nuevo pacto entre Ciudadanos y PSOE en el Consistorio tras las elecciones del próximo 26J, algo que a nivel municipal han negado desde el primer momento.

Obras de remodelación

Una de las actuaciones de mayor calado en el municipio y de mayor quebradero de cabeza para los vecinos y comerciantes son las obras de remodelación de la plaza Virgen de la Peña y calles aledañas en Mijas Pueblo. En diciembre del año pasado estos protagonizaron una multitudinaria concentración contra el proyecto inicial por la eliminación de más de un centenar de plazas de aparcamiento y arbolado, entre otras quejas, lo que obligó a paralizar las actuaciones durante algunas semanas hasta llegar a un acuerdo. El alcalde, Juan Carlos Maldonado, se reunió en varias ocasiones con los afectados para buscar soluciones a este conflicto. La última tuvo lugar hace una semana en la que se acordó estudiar la reducción de impuestos a los comerciantes afectados por las obras. Otra de las iniciativas del actual gobierno es la participación ciudadana. El pasado martes se reunían con representantes de las asociaciones mijeñas y de los diferentes grupos políticos para informar de los mecanismos con los que van a contar para participar en la vida municipal una vez que se terminen de desarrollar todos los órganos y las herramientas correspondientes a un municipio de gran población, en la que ya se está trabajando. El proyecto de la Fuente de Los Siete Caños ha sido la última de las iniciativas consensuada con los vecinos de la zona.