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Siempre Marbella

  • La llegada de los árabes tras el Ramadán incentiva la compra de artículos de lujo frente a la caída del turista ruso.

Playas abarrotadas, terrazas llenas y aparcamientos imposibles. Escaparates con precios de vértigo, coches de lujo, primeras marcas y hoteles que cuelgan el cartel de lleno hasta fin de temporada. Letreros del Starlite anunciando conciertos de leyenda en la cantera de Nagüelles, grandes equipos internacionales de fútbol entrenando en instalaciones marbellíes y grandes fortunas que eligen la Milla de Oro para pasar sus vacaciones. La Marbella de siempre, esa ciudad que durante los meses de verano se convierte más que nunca en un auténtico crisol de culturas con acentos imposibles de entender, renace año tras año aún bajo el recuerdo cada vez más lejos de escándalos urbanísticos de la época del gilismo, como el destino del lujo que realmente es pese a lo galopante de la crisis. Aunque los hay que aún se muestran algo escépticos sobre la recuperación, la mayoría de los comerciantes preguntados por este periódico coinciden en que la llegada de turistas árabes tras la finalización del Ramadán, los más generosos a la hora de gastar en estos momentos, supone un aliciente para las compras de este verano frente a la caída del turista ruso. Y es que desde que el ya fallecido Rey Fahd eligiera el municipio para pasar sus vacaciones no es baladí la predilección de dinastías como la saudí por pasar el verano en la costa, como es el caso del príncipe Salmán, nieto del rey Faisal de Arabia Saudí. Estos soberanos visitantes suelen llegar a la ciudad ya terminado el mes de ayuno y su estancia media supera la media habitual, situándose entre un periodo de 15 días y tres semanas. "Es un cliente de alto poder adquisitivo que ocupa los hoteles de mayor lujo y compra las viviendas de más alto standing, lo que se traduce en estancias más largas y en un mayor gasto", comenta el presidente de la Asociación de Empresarios y Profesionales CIT Marbella, Juan José González. Por esta razón, no es baladí que en Marbella haya surgido el único establecimiento hotelero con distintivo halal en España, el hotel Alanda, a tan solo 60 metros de la mezquita del Rey Fahd, en plena Milla de Oro, y que se caracteriza por ofrecer un servicio específico para el mercado musulmán, por lo que no se ofrecen bebidas alcohólicas ni tampoco carne de cerdo en ninguno de sus restaurantes.

Y mientras los hoteles superan el 90% de ocupación en algunos casos, el sector inmobiliario no parece quedarse atrás. "Hace dos años que cerramos la puerta del pasado porque la tendencia desde entonces es a seguir creciendo. Cada vez tenemos más clientes que llegan de diferentes países, como Malasia, que antes veraneaban en la Costa Azul francesa y ahora lo hacen en Marbella", explica Kristina Szekely, con más de 30 años de experiencia en la venta de viviendas de lujo en Puerto Banús. Asegura que más del 80% de su clientela es extranjera, y aunque entre ellos hay árabes y rusos, las nacionalidades están muy repartidas. También destaca que el cliente nacional está comenzando a repuntar este año.

En cuanto a las zonas más demandadas no hay ninguna novedad, desde Puerto Banús, la Milla de Oro y la zona del Marbella Club hasta Los Monteros y Río Real. "El precio medio de un cliente de gama media que busca una segunda vivienda que en un futuro se puede convertir en una primera vivienda oscila entre los 300.000 y los 900.000 euros para un apartamento, y entre 800.000 y 2 millones de euros para un chalet. El precio sube de ahí en adelante para los clientes de gama superior que buscan las viviendas más modernas y con las mejores vistas", explica. "Tengo mucho optimismo porque quedan pocas propiedades libres para el mes de agosto. También se nota más movimiento gracias a que el Ramadán ha terminado antes este año. Marbella tiene una atracción muy grande", añade.

En otras zonas del municipio, como en San Pedro Alcántara, la compra de inmuebles parece ralentizarse durante los meses de verano, aunque echando la vista atrás la mejoría es notable comparada con años anteriores. Así lo explica José Damián Aguilar, de la inmobiliaria MAR Real Estate, quien asegura que los precios han crecido en torno a un 8 y un 10% y con ellos la demanda del cliente nacional, seguido del belga, francófono y escandinavo. Por el contrario, es el primero en poner de manifiesto las consecuencias del Brexit en el negocio. "Tras el Brexit no hemos podido finalizar dos operaciones debido a la devaluación de su moneda. El último fue la semana pasada para una casa de 400.000 euros al lado de la playa", comenta.

Pero no todos son tan optimistas. Mientras la ciudad y la Costa del Sol en general augura cifras de récord para este verano el presidente de la Federación Andaluza de Urbanizadores y Turismo Residencial, Ricardo Arranz, critica la pérdida del cliente de calidad frente a la masificación de turistas de bajo poder adquisitivo. "Si el turismo ha subido en nuestra zona exponencialmente es debido a los problemas que se están produciendo en otros países como Egipto o Turquía, no porque nos lo merezcamos", señala el empresario que alojó a Michelle Obama en su hotel, quien al mismo tiempo agrega que "nos tenemos que asemejar a la Costa Azul, a Florida o a California". "La situación de inseguridad jurídica tras la anulación del PGOU, playas en mal estado, carreteras colapsadas y la situación que se está viviendo en Puerto Banús no son propias de un turismo de calidad y del lujo que es lo que nos va a diferenciar cuando el norte de África vuelva a ponerse otra vez de moda", manifestó.

También Miguel Gómez, de la mítica joyería Gómez y Molina, en Puerto Banús, ha reclamado en varias ocasiones una mayor vigilancia y limpieza en la zona ante la necesidad de "volver a recuperar la imagen del turismo de lujo y de calidad del que presume Puerto Banús". Para ello, la ciudad continúa organizando eventos de gran calado como el festival de música Starlite, en el auditorio de la cantera Nagüelles, por la que este año pasarán artistas de la talla de Santana, Charles Aznavour, Tom Jones, Joan Manuel Serrat, Miguel Ríos, Ana Belén y Víctor Manuel, y Alejandro Sanz, entre otros. Mientras que en el campo del lujo destacan iniciativas como la de Marbella Luxury Weekend, que este año ha sido posible gracias a la financiación privada y al impuso del empresario local Miguel Gómez, que apostó por un formato reducido y selecto que calificó de "éxito" con el objetivo de potenciar la marca de cara al próximo año.

Al mismo tiempo, también con el objetivo de contribuir a la desestacionalización del turismo en la costa, han surgido nuevos proyectos como el de Marbella All Stars, que según explicó su presidente, el chef Diego del Río, pretende reunir a todos los sectores implicados en la alta gastronomía del municipio para hacer de esta un referente a nivel nacional. O la firma Football Impact, empresa dedicada a traer equipos de fútbol a entrenar a la Costa del Sol. "Hemos convertido la Costa del Sol en un destino de fútbol profesional, que eligen la ciudad precisamente por el clima y sus infraestructuras", explica Andrés Roldán, fundador, quien asegura que en invierno fueron cerca de 150 los equipos que llegaron a los diferentes municipios de la costa, mientras que actualmente son cuatro los equipos internacionales que entrenan en Marbella durante los meses de verano, como el Al-Ahli, de Arabia Saudí, o el Sunderland, de Inglaterra.

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