Los Jardines de Cuenca de Ronda volvieron a abrir ayer sus puertas después de sufrir una remodelación que ha durado nueve meses. Las obras han tenido un coste de 245.000 euros procedentes de los préstamos ICO y han consistido en el arreglo del suelo y las zonas ajardinadas, la instalación de mobiliario urbano e iluminación de bajo impacto visual y la elevación del muro que da a las cornisas del tajo. En el acto de inauguración el alcalde en funciones de Ronda, Antonio Marín, descubrió una placa conmemorativa y señaló que la intención era hacer "un paseo agradable para rondeños y turistas". Además, incidió en la importancia que tiene el mantenimiento del patrimonio para el sector del turismo, por lo que se ha tenido en cuenta la candidatura de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco ya que antes de las obras este emblemático rincón presentaba un importante estado de abandono.

Otro objetivo de la remodelación era hacer más accesible el tránsito por los jardines, que están compuestos por varias terrazas a diferente nivel que se comunican por medio de escalones. Con este fin se ha construido una rampa que sin embargo ha logrado el objetivo de la accesibilidad sólo en parte, ya que para llegar a ella sigue siendo necesario cruzar los escalones de la entrada.