Un nueva técnica aplicada al análisis de sangre puede convertirse en la primera forma científica objetiva de diagnosticar la depresión mayor en los adultos, según afirma un estudio reciente. El análisis mide los niveles de nueve indicadores genéticos, conocidos como "marcadores del ARN", en la sangre. El análisis sanguíneo también podría determinar quién respondería a la terapia cognitivo conductual, uno de los tratamientos más comunes y efectivos para la depresión, y podría mostrar si la terapia funcionó, informan investigadores de la Universidad de Northwestern.

El estudio, publicado esta semana en la revista Translational Psychiatry, fue financiado por el Instituto Nacional de la Salud Mental de Estados Unidos y la Davee Foundation.