Los servicios de farmacia hospitalaria se han convertido en un elemento importante en la gestión de la selección terapéutica. Ramón Morillo, delegado autonómico de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria y facultativo de la Unidad de Gestión Clínica de Farmacia del Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla, hizo una aproximación sobre la situación desde el punto de vista de la dispensación en hospitales.

En su opinión es importante actuar en varios niveles. En primer lugar, aboga por avanzar en el uso medido por resultados dentro de una estructura pensada en el uso racional del medicamento. Por ello es importante establecer la mejor manera de utilizarlos.

"La industria debe pasar de ser suministradora a ser parte integrada", afirmó. En este sentido, consideró clave que la industria se implique y asuma riesgos de forma compartida. "De este modo, la industria podría ampliar sus variables competitivas, generar competitividad en base a eso ya que presionar solo en cuestión de precios puede ser perjudicial para todos", indicó Morillo.

En este sentido, abogó por formulas del tipo de riesgo compartido y mejorar las evaluaciones para medir el impacto en salud; algo que a su vez sirva para delimitar qué líneas de investigación son más útiles. "Esto puede favorecer la adquisición en función de resultados en salud y volumen de uso", afirmó.

Asimismo, de cara a la organización interna Morillo apuesta por generar espacios compartidos entre profesionales de distintos servicios.

En ese sentido, el gerente del Servicio Andaluz de Salud, José Manuel Aranda, hizo alusión a determinadas herramientas para evitar la variabilidad.

Según indicó en el debate, en las Comisiones de Farmacia de los centros hospitalarios se utiliza una metodología de evaluación que en ocasiones puede resultar contradictoria y reconoció que "en estos tiempos las innovaciones las tenemos que pensar muy bien".