Coincidiendo con al celebración la semana pasada del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, la Escuela Andaluza de Salud Pública acogió la celebración de unas jornadas destinadas a analizar las nuevas perspectivas en el abordaje de la enfermedad, los procesos de evaluación económica, el valor de la innovación, los estudios de coste/eficacia y los procesos que inciden en el acceso a las nuevas terapias.

En España 47.000 personas padecen esclerosis múltiple y, cada año, se diagnostican unos 1.800 nuevos casos; más del 75% de los pacientes posee certificado de minusvalía y casi el 50% precisa de apoyos para caminar; además, es la primera causa de discapacidad por enfermedad entre los jóvenes españoles.

"Esta reunión ha estado orientada a clínicos, farmacéuticos y personal de la Administración Sanitaria con el objetivo de repasar las indicaciones, verificar los estudios de eficacia y analizar aspectos farmacoeconómicos que tienen su importancia en la toma de decisiones", explica Óscar Fernández, especialista del Servicio de Neurología del Hospital Regional de Málaga y moderador de estas jornadas, que contaron con el apoyo de Genzyme.

Para el experto, es importante contar con datos reales y actualizados de los pacientes que manejamos y contar con suficiente información de evaluaciones económicas y de eficacia de los tratamientos. "El objetivo es desarrollar nuestra labor lo mejor posible y esto implica que cada paciente reciba el tratamiento más adecuado permitiendo a la vez que la asistencia sanitaria sea sostenible".

Asimismo, el encuentro también puso de manifiesto la importancia del cumplimiento terapéutico por parte de los pacientes. Según Guillermo Izquierdo, responsable del Servicio de Neurología del Hospital Virgen Macarena de Sevilla, la adherencia terapéutica ha sido siempre un reto importante en el campo de la esclerosis múltiple. "Siempre lo hemos considerado un aspecto a mejorar y afortunadamente ahora contamos con mejores herramientas para poder medir resultados", afirma. Asimismo, tanto Izquierdo como Fernández abogan por impulsar el papel de la farmacia hospitalaria para poder medir la adherencia. "Contamos con nuevas herramientas que nos permiten realizar seguimiento cada vez mejor y poder valorar con escala clínica la evolución del paciente, si sufre mejorías, está estable o ha empeorado y a qué ritmo", comenta Fernández.

Durante la tarde del viernes, se analizaron algunas cuestiones relacionadas con el acceso a fármacos. Fernández hizo mención a las estrategia de riesgo compartido como una vía para facilitar el acceso de la innovación en pro de la sostenibilidad. En opinión de Jaime Espín, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, "es una opción útil pero tiene que estar justificado; no es una varita mágica ni es la solución a nuestros problemas pero puede ser una buena herramienta para acercar fármacos buenos, costosos y que nos sirvan de ayuda para despejar incertidumbres", explicó. Espín realizó un análisis sobre las ventajas de la evaluación económica y los estudios de coste eficacia en el manejo de esta enfermedad.