Uno de los aspectos que suscita más debate es el diseño de un futuro modelo que posibilite tanto la traslación de resultados como los modelos de negocio. Según Concha Herrera, no todas las terapias son lo mismo ni requerirán estrategias iguales. Según explicó, hay tarapias celulares que son más proclives al desarrollo comercial y otras que no.

En este sentido, Ramón González, aludió a la idiosincrasia propia del sistema público. "No tenemos porqué tener voluntad de negocio. Hay terapias que pueden hacer el circulo completo. En otros casos, donde el hallazgo pueda transferirse a la empresa privada para su comercialización, "debemos establecer un modelo que permita el retorno de la inversión que hemos hecho y, como sistema, debemos dar respuesta a esos investigadores". Asimismo, explicó que "podemos establecer referentes en otros países, pero hay que tener en cuenta que en muchos de eso países la investigación o el sistema sanitario no son públicos". Por ello, abogó por seguir avanzando en el modelo de relación con las empresas.

José Martínez Olmos, coincidía en este aspecto al matizar que si la investigación es exportable en términos de negocio, la institución, no el profesional, debe buscar vías para que exista ese retorno. "El sistema no va a sustituir a la empresa, pero puede colaborar con ella. El sistema, no el investigador. Por eso es clave que institucionalmente un gobierno se vuelque o no en esto. Si no se toman medidas estructurales de ámbito nacional, aumentarán las desigualdades", explicó.