hematología

Mejoras en el tratamiento de la leucemia linfocítica crónica

  • Expertos destacan el rol de terapias por vía subcutánea y la llegada de fármacos innovadores.

El sistema linfático gestiona la labor de los ganglios, conductos y vasos que producen y transportan linfa desde los tejidos hasta el torrente sanguíneo. Los síndromes linfoproliferativos son tumores dividos en dos tipos: los linfomas (tumores malignos de los ganglios) y leucemias crónicas: enfermedades primaremente tumorales de la médula ósea. Son los tumores más frecuentes en Hematología y el manejo de nuevos tratamientos está permitiendo mejorar la pespectiva de la enfermedad. Para abordar algunas de esas innovaciones terapéuticas se celebró en Sevilla recientemente la jornada Innovación en el manejo de los síndromes linfoproliferativos, organizada por Roche con especialistas en Hematología de los tres hospitales sevillanos.

Según explica el coordinador de la reunión, Eduardo Ríos, jefe de servicios de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario de Valme de Sevilla, el encuentro ha servido como jornada de actualización sobre dos fármacos muy concretos, dos tipos de anticuerpos monoclonales. Los anticuerpos monoclonales son proteínas diseñadas en laboratorio especificamente para unirse a células muy concretas, incluso a las células cancerosas. "Esta perspectiva en oncohematología ha supuesto una ventaja crucial", indica.

Uno de las innovaciones puestas de manifiesto durante la reunión se basa en la posibilidad de administrar rituximab por vía subcutánea.

"Es un tratamiento muy útil que conocemos desde hace tiempo y se administra por vía intravenosa durante entre cinco y seis horas. Ahora se ha conseguido mejorar la molécula y es posible administrarla por vía subcutanea en tan solo cinco minutos. Esto para los pacientes es una ventaja evidente", resume el especialista.

La vía subcutanea permite que los paciente no tengan que estar tanto tiempo en el hospital y, por otro lado, también supone un ahorro en costes indirectos en recursos y tiempo de ocupación de los profesionales. "La introducción de estos fármacos para el tratamiento de los síndromes linfoproliferativos ha supuesto una mejora muy importante. Ha aumentado la tasa de curación, reduciendo las recaídas y la ampliando el tiempo libre de enfermedad", afirma Ríos.

Por otro lado, la reunión sirvió para conocer nuevos datos del uso de obinutuzumab, comercializado como Gazyvaro, y que representa a los anticuperos monoclonales de segunda generación.

"Gazyvaro ha triplicado ha triplicado la superviviencia en pacientes mayores con lecuemia linfocitica cronica", explica el experto.

Este tratamiento está indicado en combinación con clorambucilo para el tratamiento de pacientes adultos con leucemia linfática crónica (LLC), no tratados previamente y con comorbilidades que les hace no ser adecuados para un tratamiento basado en una dosis completa de fludarabina.

Además, esta semana se ha anunicado que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha autorizado una nueva indicación para este medicamento. Se trata de su utilización en combinación con bendamustina como quimioterapia, seguido de una terapia de mantenimiento con obinutuzumab en monoterapia para pacientes con linfoma que no han respondido a terapia. esto ha supuesto un acance muy importante para los pacientes con linfoma folicular en los que no se logra un control prolongado de la enfermedad.

El pasado mes de febrero la Agencia Americana del Medicamento (FDA) autorizó su uso en combinación con bendamustina seguido de obinutuzumab en monoterapia, basándose también en los datos de otro estudio, para pacientes con linfoma folicular que no han respondido a una terapia con rituximab o que hayan recaído.

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