Sociedad

Los médicos brasileños amenazan a sus colegas extranjeros

  • El Gobierno de Brasil lanzó una oferta de trabajo para encontrar médicos con los que paliar la pésima situación de la sanidad pública. Pero los brasileños lo consideran intrusismo.

La llegada a Brasil de los primeros médicos extranjeros contratados para paliar la pésima atención en la sanidad pública ha exacerbado el rechazo de los colegios profesionales del país, que amenazan con denunciar a sus colegas ante la policía por un supuesto "ejercicio ilegal de la profesión". El desprecio que los colegios de médicos han mostrado frente a los extranjeros que empezaron a llegar al país este viernes y lo seguirán haciendo este fin de semana ha llegado a avergonzar a algunos profesionales que aceptaron la oferta hecha por el Gobierno de Dilma Rousseff.

"Por favor, no me reciban mal. El Gobierno brasileño pidió ayuda y vine", declaró a periodistas la noche de este viernes el español Rafael de Quinta Fruto, de 59 años y cuya esposa es brasileña. Quinta Fruto llegó a la ciudad de Recife, explicó que tenía trabajo en España, incluso con un salario mejor al que se le ofrece en Brasil, pero quiso complacer a su esposa, que deseaba volver a su país. "Vivió doce años conmigo en España. Quería volver y he decidido complacerla. Vine por amor. No me reciban mal", declaró el médico, que si aprueba unos exámenes de portugués y otros propios de su profesión trabajará en una empobrecida zona del estado de Pernambuco.

Según el Gobierno, una de las razones de las deficiencias en la atención denunciadas en las masivas manifestaciones de junio pasado es la escasez de personal cualificado, sobre todo en las zonas más pobres, en las que los médicos brasileños se resisten a trabajar. Brasil tiene una tasa de 1,8 médicos por cada 1.000 habitantes, bajísima en relación a otros países y que llega a 3,7 en Uruguay, a 3,2 en Argentina o 4 en España.

Pese a esa necesidad, los colegios profesionales del país se han plantado contra los extranjeros, han pedido al Tribunal Supremo que se les impida trabajar e incluso amenazan con denunciar a sus colegas a la policía. La mayor trinchera de esa resistencia está en los Consejos Regionales de Medicina, órganos colegiados que regulan la profesión, que calificaron de "afrenta" la contratación de médicos de otros países. "No se le dará el registro a un extranjero sólo porque la presidenta quiere", declaró el presidente del Consejo Regional de Medicina del estado de Maranhao, Abdon Murad Neto.

El presidente del Consejo del estado de Paraná, Alexandre Bley, fue más allá al asegurar que un médico que trabaje sin contar con el registro en esos organismos profesionales estará "haciendo ejercicio ilegal de la profesión y eso en Brasil es un caso de policía". El ministro de Salud, Alexandre Padilha, salió al paso a esas amenazas y aseguró que los médicos extranjeros tienen una total "garantía jurídica". Según Padilha, las críticas que permitan mejorar el programa son "bienvenidas", pero no así "las amenazas, que son contra la salud de la población que no tiene médicos".

La contratación de galenos de otras naciones fue anunciada en julio pasado y se restringe a las zonas más remotas y pobres de Brasil. Mediante ese programa, se abrieron 15.460 plazas en la red de salud pública, pero sólo se presentaron poco más de mil aspirantes brasileños y los puestos restantes fueron ofrecidos en el exterior. Hasta ahora fueron contratados 244 médicos graduados fuera de Brasil, de los que 145 son extranjeros y los 99 restantes brasileños que estudiaron en el exterior.

Además, esta semana se anunció un acuerdo con Cuba, firmado en el marco de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), mediante el cual 4.000 médicos de la isla trabajarán en Brasil. El salario ofrecido por el Gobierno brasileño es de 10.000 reales (unos 3.000 euros) al mes, pero el caso de los cubanos tiene sus propias particularidades. Según el acuerdo, el Gobierno cubano recibirá el salario de los médicos a través de la OPS y pagará a sus profesionales. El ministro Padilha admitió que desconoce cuánto dinero recibirá cada médico cubano, pues eso depende del Gobierno de La Habana. La prensa local ha publicado datos sobre médicos de la isla que trabajan en otros países bajo acuerdos similares, según los cuales el Gobierno cubano les retiene más del 50 por ciento del salario, pero eso no ha sido confirmado por ninguna fuente oficial. Por su parte, el Ministerio de salud Pública de Cuba anunció en una nota divulgada hoy que los primeros 400 médicos cubanos contratados por el Gobierno de Brasil llegarán este fin de semana al país sudamericano.

En aparente respuesta a las críticas de los colegios médicos de Brasil a esa contratación, el ministerio cubano agregó que el mecanismo de trabajo de sus cooperantes es mediante "misiones colectivas de prestación de servicios médicos" con profesionales que "mantienen su vínculo laboral, salarial y de seguridad social con el sistema de salud cubano".

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