Sociedad

Un antes y un después en la investigación espacial

  • La Agencia Espacial Europea insiste en el éxito de la misión Rosetta, pese a los problemas del módulo Philae, y destaca su capital importancia científica.

Rosetta es la misión más compleja que ha llevado a cabo la Agencia Espacial Europea (ESA), cuyos responsables insisten en que está y seguirá siendo un éxito pese a los problemas del módulo Philae, actualmente en modo reposo por falta de energía y agarrado con dos de sus tres patas al cometa. Philae se separó el pasado miércoles de la sonda Rosetta hacia su objetivo, el cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko, y antes de entrar en estado de hibernación consiguió completar uno de sus principales cometidos: activar el resto de instrumentos, entre ellos el espectrómetro químico y el taladro, y enviar sus datos.

Se trata de "algo importantísimo", declara Miguel Pérez-Ayúcar, líder de Operaciones Científicas y Planificación de Rosetta, ya que los datos de ambos estaban a bordo de Philae, que no tuvo tiempo de enviarlos en su penúltimo contacto de comunicaciones con Rosetta. El taladro está encargado de perforar la superficie del cometa, tomar muestras y analizarlas en un pequeño laboratorio in situ. Con esto, la ESA tiene datos de todo el pack de instrumentos de Philae, como de densidad, de propiedades térmicas y mecánicas de la superficie del cometa, además de unas cuantas instantáneas: "solo tener las imágenes en alta resolución de cómo es esa superficie ya es un éxito y un hito". También la misión, porque como recuerda Pérez-Ayúcar, el aterrizaje de Philae sólo es una parte de un proyecto que durará hasta finales de 2015 o principios de 2016, meses en los que está previsto Rosetta persiga al cometa en su trayectoria al Sol.

Philae logró posarse en el cometa el pasado día 12 tras tres aterrizajes y dos rebotes, lo que hizo que no cayera en el punto programado, un susto que después trajo sus consecuencias. Y es que, tras siete horas de vuelo, Philae no pudo disparar sus arpones, diseñados para clavarse en la superficie hasta dos metros. Sin embargo, el principal problema del módulo estos días no ha sido tanto su fijeza, sino la falta de luz que recibe. El lugar donde se posó -aún no se sabe con exactitud dónde-, está en sombra, rodeado de rocas: en la zona correcta hubiese tenido siete horas de luz solar al día que le habrían permitido cargar las baterías, frente a la hora y media actual.

En un último intento por conseguir más luz, los expertos de la ESA la pasada noche hicieron una maniobra de rotación para poder reorientar el panel más grande y obtener más rayos de sol. "Con esta orientación se espera obtener unas tres veces más de potencia eléctrica, lo que muy probablemente no sea suficiente para poder despertar a Philae en las próximas horas o días", indica Pérez-Ayúcar, quien recalca que la situación podría mejorar según el cometa se acerca al Sol: "La intensidad solar aumentará y con esta nueva orientación hay posibilidades reales de despertar más adelante". No obstante, este sábado se ha abierto una nueva ventana de comunicación con Philae, aunque vista la poca energía de la que dispone los investigadores ven muy difícil la comunicación.

Pérez-Ayúcar subraya que sabían que el aterrizaje iba a ser difícil, "había un 70% de probabilidades de éxito", y también que este éxito podía ser parcial. Diego Rodríguez, director de Espacio y Defensa de Sener, una de las empresas españolas que ha participado en Rosetta -en Philae no hay desarrollo español-, coincide con Pérez-Ayúcar en que la misión Rosetta está siendo un éxito: "Las propias imágenes de su descenso son ciencia. Es increíble la cantidad de información que los investigadores pueden sacar de cualquier dato que se recibe". Además, continúa, "la ciencia más importante sigue siendo la que hace Rosetta". ¿Y por qué es importante? Rosetta ayudará a descubrir si los cometas intervinieron en la formación de vida en la Tierra.

El astronauta Pedro Duque relata que Rosetta está construida sobre "las sólidas bases de las anteriores 70 misiones espaciales de la ESA, las cuales han funcionado todas al 100% y Philae está construido sobre las bases de la ilusión, valentía, suposiciones que nadie ha podido comprobar y el riesgo era más que evidente". "Esta misión en su conjunto será para siempre un punto de inflexión en el estudio del origen de nuestro sistema solar, y en el camino hacia la resolución de la gran pregunta: ¿De dónde venimos?". "Es un orgullo comprobar que la comunidad ESA puede ser la agencia e industria número uno cuando nos ponemos a algo y nos llegan los recursos", concluye Duque.

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