La mitad de los hijos de mujeres víctimas de violencia machista de 2015 ha sufrido también algún tipo de maltrato, según ha alertado la fiscal de Sala Delegada de la Unidad contra la Violencia sobre la Mujer, Pilar Martín Nájera. Casi un 60 por ciento de las mujeres maltratadas en 2015 tenían hijos menores, y de ellos la mitad fue agredido, según ha comentado Martín Nájera en su participación en la I Jornada sobre riesgos que afectan a menores en Madrid. Estos datos, que todavía son provisionales, evidencian en palabras de Martín, "el grave problema" que supone que los menores vivan en un ambiente de violencia.

Junto a ella, la directora del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades, Rosa Urbón, ha definido la violencia de género como "una forma de maltrato infantil" y ha alertado de que este tipo de agresión provoca problemas físicos, psíquicos y emocionales en los pequeños. Además, Urbón ha enfatizado que la recuperación de los menores que han estado expuestos a esta lacra debe hacerse "paralelamente" a la de sus madres, para lo que ha pedido "coordinación" entre los diferentes agentes implicados.

Los abusos a niños y la violencia machista entre menores subieron un 10% en 2015

En la misma jornada, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha desvelado que los abusos sexuales a niños, la violencia machista entre menores y la violencia en el ámbito familiar crecieron alrededor de un 10% en 2015. Cosidó ha recalcado que la protección del menor es una de las grandes prioridades de la Policía, pero "no puede actuar sola" y necesita "mucha cooperación de las instituciones y mucha concienciación social". El director general de la Policía ha explicado que el pasado año 11.000 menores sufrieron algún tipo de delito, una cifra "estabilizada" respecto al ejercicio anterior, pero aumentaron los delitos sexuales contra ellos, la violencia machista y la violencia en las familias. A su juicio, ese incremento "no es necesariamente malo", pues puede significar que los menores tienen más posibilidades de denunciar procesos, si bien demuestra que su protección debe ser "una clara prioridad".

Pero Cosidó ha dejado claro que frente a los delitos contra menores "no basta con una actitud de repulsa, sino que hay que actuar" mediante formación, concienciación y cooperación entre instituciones, familias y policía. El incremento de la criminalidad entre menores tiene que ver en parte con las redes sociales, que permiten ejercer violencia, amenazar o extorsionar "sin dar la cara".

Uno de los ejemplos más comunes es el envío de fotografías con contenido íntimo entre menores y su posterior uso con fines delictivos, según ha detallado el inspector de la Unidad Central de Investigación Tecnológica de la Policía, Israel Díaz, que ha indicado que no sólo aumentan el número de menores víctimas de delitos, sino también el de autores, un fenómeno sin duda vinculado al uso de Internet y a la práctica de comportamientos "adultos" sin tener edad ni madurez para hacerlo. Lo que se traduce en casos de niñas de 9 años de edad que, sin saber lo que hacen, se hacen fotografías en posturas de contenido sexual imitando lo que han visto en Internet.

Precisamente, la última memoria de la Fiscalía -relativa al año 2014, último del que existen datos oficiales- advertía del uso inadecuado de móviles, cada vez más incluso entre menores de 14 años, que derivan en conductas vejatorias, amenazas o que se usan para difundir fotos y vídeos de contenido sexual. La organización Save de Children ha recordado, tras la muerte de la niña de 17 meses lanzada por la ventana por un hombre que había abusado de ella en Vitoria, que en 2014 más de 3.730 niños fueron víctimas de algún delito contra la libertad sexual, entre los que se encuentra el abuso, 368 más que el año anterior. Según esos datos, 3.349 niños fueron víctimas de malos tratos en el ámbito familiar, 287 más que en 2013, y, en total, más de 36.000 sufrieron algún tipo de delito o de falta.