Mario Zorrilla. Mauricio en 'El secreto de Puente Viejo'

"En Puente Viejo la felicidad no existe, porque no vende"

  • Forma parte de la telenovela más vista desde el primer capítulo, en 2011, y ahora recupera una obra de teatro propia que tuvo que interrumpir para sumarse al serial.

Este actor de origen cántabro y criado en el País Vasco se incorporó hace cuatro años al proyecto de Boomerang El secreto de Puente Viejo sin sospechar el largo recorrido que le aguardaba a este serial de Antena 3, y lo que le queda. En 2011 comenzó el primer capítulo de esta telenovela decimonónica que es también todo un fenómeno en Italia. Mario Zorrilla, el capataz Mauricio Orellana, dejó entonces una obra de teatro escrita junto al granadino Mariano Osorno, La mujer del sexto tatuado, creyendo que su incursión televisiva iba a ser provisional. Tres años después la ha recuperado y este monólogo, sobre un marino que aguarda a su amada tras años de espera en el psiquiátrico, lo representa en la madrileña Sala Tarambana.

-Un día interrumpe su trabajo en el teatro por una oportunidad en la televisión y ese regreso a las tablas se convierte casi en un deseo imposible...

-Y ahora soy yo mismo el que no me puedo negar. Deseaba volver a mi obra. Me ha costado Dios y ayuda, pero todo sea por el amor al teatro. Escribí este monólogo con Mariano Osorno porque contábamos algo que nos interesaba, el amor a quemarropa, la pasión de un hombre que sigue enamorado de su mujer pese a una situación muy trágica.

-Todos los actores coinciden que es en el teatro donde maduran de verdad, por encima de la fama que le reporta el cine o de la televisión ¿Es así?

-La televisión nos hace visibles, pero los actores necesitamos el teatro para retroalimentarnos, para crecer como actores. Yo estimo mucho la repercusión que me da El secreto de Puente Viejo y el personaje de Mauricio, pero hay que hacer teatro para que tu trabajo como actor tenga todo el sentido.

-El secreto se percibe como una de esas telenovelas que pueden convertirse en permanentes.

-En Puente Viejo la felicidad no existe; la felicidad no vende en un serial, por eso se extiende durante tantos episodios. El enganche del público se produce por los sentimientos extremos que encuentra. Es curiosidad, interés, ante todos esos personajes que sufren tanto.

-¿La muerte es una protagonista más?

-La muerte es un valor añadido a la serie, porque sobrevuela y puede aparecer en cualquier momento. Es una virtud en una ficción que todas las emociones sean tan meridianas.

-¿Se echa de menos a los actores que dejan la serie, que un día acaban porque se mueren en la ficción?

-Como la vida misma. Echo de menos a los personajes de Álex Gadea, de Carlos Serrano, a Yago García. Además de echar de menos a los compañeros, ellos hicieron personajes que aportaron profundidad, verdad e interés para que esta serie cuajara.

-¿Cómo se lleva el rodaje de un capítulo diario y además volver al teatro?

-Quitándome muchas horas de dormir. Se encomienda uno al Santísimo, y adelante.

-¿Cuál es el ritmo para que la emisión no pise los talones a las grabaciones?

-Llevamos unos 30 capítulos de adelanto, pero eso nos obliga a vivir como monjes, en serio.Tras la grabación te tienes que llevar a casa lo del día siguiente. Y hasta de trabajar el fin de semana. Vives enajenado de la realidad, centrado en los guiones... Trabajamos en dos platós y cada día se hacen secuencias por valor de un capítulo.

-¿Qué le entregan para que se vaya 'entreteniendo'?

-Nos dan los guiones en bloques de cinco capítulos. Yo que fui tan mal estudiante ahora tengo que estudiar todos los días, porque aquí no hay pinganillo. El lenguaje está muy cuidado en El secreto de Puente Viejo y hay que respetar los diálogos. No vale improvisar. Todo el mundo se aprende su papel, porque empleamos palabras añejas, expresiones ya en desuso. Hay un folclore especial en las palabras que debemos respetar.

-Tras tres años ¿cómo ha ido evolucionando su adusto capataz?

-Mauricio Godoy ha ido evolucionando hacia todo lo que es humano, a tener más empatía con el resto de personajes. Empezó como un pedernal y se ha ido ablandando con todo lo que ha sufrido. Ha recibido muchos palos de doña Francisca y le cuesta tener esa lealtad que tenía antes. Se le murió un hijo... en fin, que Mauricio vive uno de tantos dramas de la serie.

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