TV-Comunicación

Los laboratorios que se transformaron en 'la tele'

  • Enric Sumoy, en Informativos, y Juan José Bernal, en Tesorería, han vivido los 25 años de Antena 3

"Sólo tenía una mesa precintada de plástico delante de mí, sin sillas, sin material. En ese momento me preguntaba, pero dónde te has metido, con lo bien que estaba en la compañía eléctrica". A finales del otoño del 89 Juan José Bernal llegaba a los antiguos Laboratorios Bonet de San Sebastián de los Reyes y era de los pocos que llevaba corbata porque todo el trasiego que se veía entre aquellas paredes era de personal con monos y cascos remodelando aquel edificio farmacéutico. Bernal, a su 24 años, se había 'metido' en Antena 3 Televisión, la primera cadena privada que iba a emitir en España: una ilusión que un cuarto de siglo después se traduce en una de las marcas más reconocidas de toda la actividad empresarial española. Bernal, subdirector de Tesorería, hizo la primera factura de Antena 3 con máquina de escribir, con copia de papel de carbón, enviada por correo ordinario. Los emails tardarían más de un lustro, con la irrupción de los móviles. Nada que ver con una oficina de hoy.

"Nosotros sí éramos de los primeros en llevar móviles, aquellos armatostes de baterías que se llevaban casi a cuestas", relata Enric Sumoy, jefe de Sociedad y Cultura de los informativos. En el otoño del 89 estaba en los cursos de formación para acceder a la plantilla del canal, donde se impartía libro de estilo periodístico pero también todo lo referente a la técnica de realización y montaje. La cadena dirigida por Manuel Martín Ferrand atisbaba redactores todoterreno, lo que ha venido imponiéndose en todos los operadores con el curso de los años. "Aquello fue una etapa muy loca. No había horarios, compartíamos piso y los compañeros eran tu familia", evoca Sumoy, que entonces tenía 22 años. Antena 3 fue avanzadilla en la programación automática de vídeos en los informativos y eso produjo más de un desbarajuste en los primeros informativos. Caos y hasta pánico. Estar a la última, cuando la televisión aún iba a pedales, era un riesgo. Riesgo a cambio de inmediatez.

Juan José y Enric son algunos de los trabajadores de la principal cadena de Atresmedia que han estado en este cuarto de siglo de emisiones, conmemoración que se produce este domingo. Una trayectoria en la que se cambió tres veces de dueño y otros más equipos directivos. "Al principio facturábamos poco, pero esto fue creciendo. Celebrábamos los hitos, como cuando llegamos a los 100.000 millones de pesetas de facturación", enumera Bernal. De aquellos papeles a máquina ha pasado a manejar unas 80.000 facturas al año, repartidas entre los canales y Onda Cero Radio, incorporación posterior a la cadena que germinó desde otra radio, la propia Antena 3, consuelo en 1982 mientras los gobiernos aparcaban las concesiones televisivas.

"Sí, todo el mundo piensa que te llevas el día rodeado de famosos. Se imaginan que tú vas por los platós. Y también hay gente que te pide que los enchufes en La ruleta, que te exigen explicaciones por la programación. Como si no tuviera bastante con mi oficina", confiesa divertido Bernal.

Sumoy destaca el ritmo y la intensidad con que se trabaja en la información actualmente. "Hace veinte años te pedían un reportaje. Ahora si algo sucede al mediodía ya puedes tener cinco vídeos distintos, para completar la noticia, para el informativo de las 3, explica sobre cómo han evolucionado las coberturas y los tratamientos. "En Cultura en estos años se dan importancia a cosas que al principio no las tenían. Antes la información cultural era demasiado elitista", observa.

De las informaciones que ha cubierto en 25 años se queda con las elecciones sudafricanas de 1994, las primeras en las que pudo tomar parte la población negra. Más recientemente los accidentes de Barajas o de Santiago o los atentados del 11-M marcarían a todos los que trabajaron en esas informaciones. "Y no es sino al terminar el día, y ves todo eso en el televisor de tu casa, cuando comprendes el alcance de esas tragedias", incide.

El comedor es donde han confluido siempre todos los trabajadores, con sus historias personales y las grandes historias por construir o contar. "Yo estoy siempre con mis números, no soy de descentrarme, pero si te encontrabas por el pasillo a Paula Vázquez o Mar Saura, era normal que te quedaras mirándolas", admite Bernal. "No es por trabajar cerca de los famosos, trabajar en una marca tan conocida como Antena 3 siempre es un orgullo", remarca.

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