Tras más de 16 años al frente de The Daily Show Jon Stewart se despidió del programa la semana pasada para poder pasar más tiempo con su familia. "Simplemente nos estamos tomando una pequeña pausa", dijo el presentador. Aunque dejó en el aire la posibilidad de su vuelta, de momento este es un adiós definitivo. El popular cómico, actor, escritor y productor estadounidense ha logrado captar unos 1,5 millones de televidentes, la mayoría personas entre 18 y 49 años. El humorista de hecho fue premiado por su habilidad de llegar a la audiencia joven. The Daily Show, que en su calidad satírica no tenía la intención de seguir estándares periodísticos, tuvo la capacidad de convertirse en una importante fuente de información sobre noticias y asuntos públicos para la gente joven de Estados Unidos. Más de 2.000 emisiones dan para mucho, y el Wyoming americano ha conseguido llevar a su programa a personajes que no se prodigan mucho por los platós. En octubre de 2010 Obama fue el primer presidente que se presentó en el programa, si bien Stewart también ha entrevistado a ex presidentes como Jimmy Carter y Bill Clinton. De hecho el jueves Obama prefirió ver el programa y no hacer mucho caso al debate republicano televisado. Durante cuatro noches a la semana ha sido el azote de políticos con su humor satírico. La cadena Fox, su rival, también ha estado en su punto de mira en numerosas ocasiones. La última semana el comentario que hizo el newyorkino sobre Fox dio la vuelta al mundo. "Vuestro trabajo es desacreditar cualquier fuente de crítica que pueda ensuciar al partido conservador".

Los momentos más especiales de la historia del show fueron recordados en la emisión del pasado jueves, cuando el equipo quiso rendir homenaje a Stewart. Corresponsales, colaboradores y rostros conocidos como Hillary Clinton enviaron mensajes al presentador. Stewart terminó el programa con un inteligente monólogo de despedida y agradecimiento a Comedy Central por estos años de trabajo.