Toros

Enrique Ponce comienza con la rehabilitación de su clavícula

  • Los médicos estiman que el torero valenciano podría volver a los ruedos en un mes

El torero Enrique Ponce, que en la noche del jueves fue operado de la fractura de clavícula que sufrió el pasado martes en la Feria de Fallas, comenzó ayer la rehabilitación dada "la buena evolución" de la lesión, señaló ayer el doctor encargado de la intervención, Ángel Villamor, en rueda de prensa.

Para Villamor, "la fortaleza física y mental" de Ponce ha sido crucial para que en la misma mañana de ayer hubieran podido observar en él un "rango de amplitud bastante completo" del brazo afectado, que le llevó, incluso, a realizar "movimientos de toreo de salón".

No obstante, la recuperación del torero de Chiva (Valencia) se prevé larga, ya que la fractura que presentaba en la clavícula izquierda era "mucho más grave" de lo que se podía esperar, con un estallido importante del hueso.

"Cuando le hicimos las pruebas radiológicas previas a la operación observamos una lesión que pocas veces hemos visto en un torero, una imagen espeluznante, lo que llamamos en medicina un accidente de alta energía, más propio en accidentes de motociclismo o de hípica que en un torero", aseguró el doctor.

Por este motivo la intervención fue "más larga de lo habitual", alrededor de dos horas y media, ya que "había que realizar un trabajo muy minucioso para reconstruir el hueso, al que le faltaba alrededor de tres centímetros en su parte central", añadió.

Ponce pasó una noche "bastante aliviado", ayer dio algún paseo por la habitación y, enseguida, comenzó a trabajar el fisioterapeuta con él dándole masajes en la zona para drenar hematomas.

Lo que más preocupa ahora es la herida por asta de toro que presenta en la axila derecha. "Hemos supervisado la cornada y, ante todo, tenemos que decir que ha tenido muchísima suerte, pues el asta le entró en 25 centímetros por debajo de la axila, penetrando entre pulmón y la clavícula hasta el cuello, y a pocos milímetros de vasos importantes como la carótida", añadió Villamor.

A pesar de este "milagro", como lo definió el doctor, la cornada afecta a músculos y ha disecado tejidos que le ha afectado a la actividad sensorial del brazo, no a la motora, y le ha producido una importante inflamación del hombro.

"Vamos a dejarle, al menos, hasta el domingo ingresado, ya que necesita un tratamiento de antibiótico intravenoso para evitar infecciones, y aunque es demasiado pronto para hablar de plazos, ya que hay que esperar a su evolución diaria, estimo que en alrededor de un mes podría estar preparado para volver a su actividad", concluyó.

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