Segundo festejo de promoción en la Maestranza

Triunfo del sevillano Pablo Aguado, torero de buen corte

  • Cristian Pérez, verde ante el peor lote, y Gardel, con buenas maneras, de vacío.

Continúa el ciclo de las novilladas de promoción nocturnas con buen ambiente. Y lo hizo en una noche calurosa en la que se alzó como triunfador del festejo el sevillano Pablo Aguado, quien cortó dos orejas al cuarto novillo -el de mejor juego- del bien presentado y desigual encierro en comportamiento de Manuel y Antonio Tornay. 

 

Pablo Aguado, con buen corte, plasmó un toreo con gusto. Contó con el mejor lote, especialmente ese cuarto, que persiguió con celo las telas. Aguado, tras recibir con tres faroles de rodillas al eral, manejó de dulce el capote, hilvanando un quite por verónicas, muy templadas, que remató con una media belmontina. La faena contó con muletazos con ritmo por ambos pitones y pases de pecho largos como remate. El cierre, con ayudados hondos y con empaque, tuvo sabor. Mató de estocada y descabello para ganar las dos orejas del buen novillo, que fue ovacionado en el arrastre.

 

Con el que abrió plaza, Aguado anduvo entonado, con buenos apuntes con capote, en los que jugó muy bien los brazos, y muletazos con buen aire, pero erró con la espada.

 

El albacetense Cristian Pérez, forjado en la escuela taurina de esa ciudad manchega, pundonoroso y todavía verde, contó con el peor lote. Su primero, con nervio y mucha guasa, le cogió un par de veces sin consecuencias -en el remate de una serie y en una capeína-. Y el complicado quinto le propinó una fuerte paliza en un trasteo de entrega y esfuerzo que epilogó con unas bernadinas ceñidísimas. Muy mal con los aceros. 

 

El madrileño Alejandro Gardel, sobrino de David Mora, quien continúa pasando un quinario tras la gravísima cornada sufrida en el pasado San Isidro, dejó la impresión de novillero un tanto frío y con buenas maneras. Logró sus mejores momentos con el manejable sexto, en una faena desigual. 

Al manso y corretón tercero, Gardel lo lanceó bien a la verónica y extrajo algunos muletazos de buen corte.

 

La segunda novillada de promoción quedó marcada por el sevillano Pablo Aguado, quien aportó varias cualidades positivas y un toreo con buen gusto que le sirvió para cortar dos orejas y alzarse como claro triunfador de la noche.   

Segundo festejo de promoción en Sevilla

Ganadería: Erales de Manuel y Antonio Tornay, bien presentados y de juego desigual; destacando especialmente el cuarto, ovacionado en el arrastre. Toreros: Pablo Aguado, de sangre de toro y oro. Cuatro pinchazos y estocada (saludos tras ovación). Estocada y un descabello (dos orejas tras aviso). Cristian Pérez, de azul y oro. Pinchazo hondo trasero (silencio tras aviso). Tres pinchazos y seis descabellos (silencio tras dos avisos). Alejandro Gardel, de rosa palo y oro. Estocada y un descabello (silencio tras dos avisos). Dos pinchazos, pinchazo hondo y dos descabellos (silencio).Incidencias: Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Jueves 17 de julio de 2014. Alrededor de media entrada en noche calurosa.

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