El joven matador de toros Miguel Ángel Delgado, quien tan sólo cuenta 23 años, es otro de los diestros sevillanos emigrantes a tierras americanas debido a la falta de oportunidades en ruedos españoles. De hecho, como les sucedió a otros toreros locales no contratados en la pasada Feria de Abril, se quedó sin escaparate donde demostrar unas cualidades por las que ha sido triunfador de la Feria de Cutervo, una de las principales de Perú, donde le esperan nuevamente varios contratos. Entre tanto, en nuestro país tiene previstos varios festivales y algunas corridas a la espera de entrar en plazas de primera categoría. El ecijano denuncia los honorarios por debajo de los mínimos que algunos empresarios sin escrúpulos ofrecen en ese segundo circuito en el que, por otra parte, ha disminuido ostensiblemente el número de espectáculos. Delgado conquistó al público de Cutervo especialmente en su tercera tarde, en la que alternó con César Jiménez y Juan del Álamo con toros de Roberto Puga. Cortó una oreja al primer astado e indultó al segundo, Linajero, número 77, tras una gran faena premiada con las dos orejas y rabo simbólicos.

-Miguel Ángel, ¿qué supuso el éxito en la Feria de Cutervo?

-Moralmente y anímicamente me ha dado fuerza. Después de Lima, está entre las principales ferias. Gracias al triunfo de Cutervo me ha salido casi una decena de corridas en Perú para septiembre y octubre.

-¿Cómo fue su balance artístico?

-Toreé tres corridas y estuve bien en las dos primeras. En la tercera actuación tuve un gran éxito. Todo salió muy bien, destacando la faena que hice a mi segundo toro, de la ganadería de Puga, al que que indulté tras torear como a mí me gusta, con temple y con estética.

-Prácticamente no se ha estrenado este año en España, ¿por qué?

-Toreé el festival en mi pueblo, en Écija y me encontré también a gusto con un toro de Peñajara. Y la única oportunidad en plaza de primera fue en Madrid, con una corrida de Escolar descastada, que no dio opciones, como apuntó todo el mundo. De hecho, la empresa de Madrid vio mi actitud y la firmeza y nos dijeron que volveré el próximo año. Salvo para las figuras que están dentro del gran circuito de las ferias grandes, la situación está muy difícil.

-¿No cabe la posibilidad de volver a Las Ventas este año?

-Sólo quedan un par de corridas de toros. Nos han dado la palabra que me pondrán en el próximo San Isidro.

-¿Como ha incidido el no haber estado presente en Sevilla?

-Era un cartucho con el que contaba. No venían las máximas figuras y me había hecho la idea de que podía estar en un escaparate que necesitaba. Pero por hache o por be no consigo entrar en mi feria, en mi plaza. Parece ser que no he hecho méritos suficientes, cuando como novillero fui triunfador sin caballos y con caballos y también he dado la cara cuando he toreado como matador. Tendrá que llegar el día en el que me pongan en la Maestranza y espero demostrar mi evolución como torero y que este tiempo en el banquillo, que está siendo muy duro, durísimo, ha dado sus frutos.

-¿Cómo está pasando esta etapa?

-Es muy duro. Entreno y entreno y me encuentro que salvo algunos festivales y alguna corrida suelta no puedo desarrollar mi toreo. Esto está muy lejos de mi etapa como novillero, en la que toreaba en las principales ferias. Pero, en fin, tengo que vivir con ello y asumir esa dureza hasta que llegue el momento en que cambiará la situación.

-Durante este período, ¿ha cambiando su idea en la interpretración del toreo?

-He madurado en todos los sentidos. En la plaza creo que se refleja. Toreo con más profundidad, temple y oficio. La pena es la situación actual del sistema.

-¿A qué se refiere?

-No merece la pena vestirte de torero por dos euros. Apenas hay oportunidades y cuando te llaman para algunas plazas hay que decir que no porque lo que te ofrecen es indigno.

-En este sentido, ¿qué tipo de contratos le han ofrecido?

-Han llamado al apoderado para ofrecer tres mil euros, que no dan ni para pagar a la cuadrilla más los gastos. El problema es que, cuando dices no, hay otros que tragan con esa situación. Todo esto que sucede fuera del ruedo es lo que más afecta.