Toros

José Tomás da la talla

Qué es esto? ¿Un pasteleo? Es hermoso que Hermoso, maestro, en su 25 aniversario de alternativa, toree junto a los toreros principales de a pie de su época. En Málaga lo hace con José Tomás y, según ha declarado el rejoneador, para la Malagueta lo había pedido el propio Tomás. Perfecto. Pero, ¿que tal si José Tomás, además de este detalle, si quería contar con tres cartuchos, se hubiera anunciado en duelo con una de las figuras de a pie?... ¿o incluso el propio Hermoso con Ventura? Porque está claro que Hermoso-José Tomás (uno a caballo, el otro a pie) está muy lejos de un enfrentamiento. Aquí cada cual llegó con sus toros debajo del brazo, no hubo sorteo, pertenecen a dos escalafones diferentes... En fin, un pasteleo. Y menos mal que no hubo sorteo, ¿se imaginan que los toros reglamentariamente afeitados les hubieran tocado al de infantería?...

Más allá de esta observación, descendamos al ruedo, donde José Tomás salió a hombros y cortó un total de tres orejas -la segunda del sexto, de propina- y Hermoso consiguió un trofeo. Con mayor acierto con los aceros, la cuenta de premios hubiera aumentado.

José Tomás, quien recibió el Capote de Paseo por la mejor faena de 2009 de manos del alcalde, Francisco de la Torre, se pasó cerca, muy cerca, al cuarto, un toro de Victoriano del Río, aceptablemente presentado y al que cuidaron en varas. Tras cuatro chicuelinas majestuosas y variedad capotera, hubo un comienzo de faena de infarto, con las navajas del astado rozando la taleguilla del torero en unos muletazos por alto. El madrileño logró los mejores muletazos con la diestra, algunos de mano baja y corriendo la mano con despaciosidad. El animal se apagó pronto y Tomás estuvo a punto de ser cogido en las cercanías, en un péndulo, que resolvió con un fallero para evitar el percance. Con anterioridad, en el capote, el toro le zancadilleó en una gaonera y también la escena se vivió como un gran susto. Ganó una merecida oreja.

Al colorao sexto, musculado y bien armado, que resultó manejable, lo recibió con unos lances a pies juntos. Realizó una faena interesante, casi toda ella en los medios. Entre lo más ovacionado y brillante, unos naturales largos y otros con reposo, hasta extraer los pases de uno en uno con el toro ya apagado. En el epílogo, broche de oro con dos trincherillas hondas.

No contó el primero de su lote, un Parladé que no se tenía en pie y al que se pitó en el arrastre. El trasteo transcurrió entre las protestas de parte del público con gritos de "¡Mátalo!" e "¡Inválido!".

Hermoso se tuvo que emplear en la lidia ante el mansísimo de San Mateo que abrió plaza, dictando lección con Disparate. Hubo toreo de calidad, aunque sobraron varios enganchones a las cabalgaduras. El público vivió con intensidad y ovaciones la hermosina. Acabó con las cortas y desplante de teléfono. La presidencia negó la oreja solicitada por el público.

Con el mansote tercero, al que imantó en la salida, el navarro estuvo excelso de nuevo en el toreo de costado, consiguiendo con Chenel algunos quiebros hacia los adentros que fueron auténticos trincherazos. Brilló también a lomos de Pirata. Un palo al quiebro o un par a dos manos dieron altura a una faena premiado con un trofeo tras dos rejonazos de muerte.

Hermoso realizó otra faena interesante al manejable quinto, marcado con el hierro de San Mateo. Tanto en el toreo de costado como en un dificilísimo par a dos manos de banderillas cortas, hilvanó un rejoneo de altura que no fue premiado por el fallo con el verduguillo, ya que el caballero, tras un rejón, echó pie a tierra y precisó de tres descabellos.

El público salió contento del espectáculo más esperado de la presente edición de la Feria de Málaga. Además de disfrutar con el toreo ecuestre de Hermoso de Mendoza, lo hizo con José Tomás, quien dio la talla y se convirtió en el primer torero de a pie en abrir en esta edición la puerta grande Manolo Segura.

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