La temporada 2014 ha sido nefasta, especialmente porque se ha dañado la imagen de la plaza de Sevilla debido a un litigio ente el G-5 (Morante, El Juli, Manzanares, Perera y Talavante) y la empresa Pagés (Eduardo Canorea y Ramón Valencia). Una batalla que comenzó allá por noviembre, cuando Canorea descalificó a los citados toreros, además de a José Tomás, y a lo que los diestros, a excepción del de Galapagar, respondieron con un comunicado conjunto y varios por separado, atacando a la empresa. El resultado fue un panorama desolador en la Feria de Abril, con tendidos despoblados y sin el gran ambiente habitual. Además, el ciclo aportó unos resultados artísticos y ganaderos pobres, con algunos triunfos aislados -tan sólo cinco orejas a los toreros de a pie- y, lo que es peor, pocas faenas para el recuerdo.

En el conjunto de la temporada, cuatro toreros -ninguno de ellos matador de toros- abrieron la Puerta del Príncipe: Diego Ventura, Borja Jiménez, José Garrido y Rafael Serna.

Del escalafón superior destaca Pepe Moral, único que ha desorejado a un toro. Sucedió en la corrida del Corpus, a un sobrero de Conde de la Maza, con clase. El palaciego toreó como sustituto en San Miguel, dejando buenas sensaciones en tarde de mal ganado.

Si nos remontamos a la Feria de Abril cabe señalar la faena de Antonio Ferrera a Disparate, de Victorino Martín, cortando una oreja tras fallar con la espada. Otros diestros premiados con un trofeo fueron Javier Jiménez, que despuntó en su alternativa; Juan José Padilla, con pundonor; Esaú Fernández, hábil ante un manso; Joselito Adame, por su raza y David Mora, muy generoso con el mejor toro del ciclo, Niñito, de El Pilar. Ponce realizó otra de las faenas interesantes, con oficio y plasticidad, dando una vuelta al ruedo. Juan del Álamo, savia nueva; Manuel Escribano, pundonoroso; y El Cid y Sebastián Castella desacertados.

Lo más negativo, el percance del gaditano David Galván en la Feria de Abril, quien en San Miguel dejó muy buena imagen, pese a no contar con buen ganado.

Afortunadamente, varios novilleros con picadores y sin caballos aportaron aire fresco y abrieron la espita de la esperanza. Así, dentro del primer grupo, José Garrido y Borja Jiménez abrieron la Puerta del Príncipe el 1 de junio, saliendo a hombros junto al ganadero de Fuente Ymbro, Ricardo Gallardo. En abril, Gonzalo Caballero impresionó por su valor; José Ruiz Muñoz brilló con el capote. Otros nombres que sonaron fueron los de Miguel Ángel León y David de Miranda. En los festejos de promoción, Rafael Serna abrió la Puerta del Príncipe el 24 de julio, en un ciclo que ganó Pablo Aguado. En el toreo a caballo Diego Ventura abrió la mítica Puerta por novena vez en su carrera el 4 de mayo y rozó la décima en su segunda comparecencia. Y, por otro lado, dejó grata impresión en su alternativa de Andrés Romero, quien cortó dos orejas.

En ganado, el nivel ha sido muy bajo; siendo la corrida más completa la de Montalvo, lidiada en la feria abrileña.

Como cierre, el pasado domingo, Lama de Góngora salvó su gesto ante seis novillos sin contundencia, cortando dos orejas.

En resumen, temporada para el olvido, salvo triunfos puntuales dentro de un contexto muy pobre en lo artístico y con un importante descenso de público y abonados.