Toros

Ídolo del rincón taurino del sur

  • Las plazas de toros gaditanas han sido feudo manzanarista

Dolorosa mañana la de ayer en el mundo del toro y terrible en este rincón taurino del sur donde Manzanares tenía estrecha relación,  muchísimos partidarios y entrañables amigos que veían como se fundía en negro la temporada.

 

Un vínculo que se inició muy pronto, en las ganaderías de la provincia, cuando aquel novillero que formaba reñida pareja con Galloso abrió la puerta grande de  Las Ventas con un utrero de Carlos Núñez en el día de su presentación, en la que también compitió con el portuense.

 

Se le abrieron las puertas del campo y se vincularía artística y profesionalmente con la que fue provincia más taurina de España. También quiso echar raíces aquí, en Medina Sidonia, en Rancho Viejo", donde vivió su padre José María Dolls Cantó "Pepe Manzanares, hombre de plata y leyenda del toreo que falleció el pasado año. 

 

En aquella finca, muy cerca de La Zorrera de Cebada, se cruzaban los caminos del toreo en los años ochenta. En  la carrera del astro alicantino hubo toros muy importantes de Núñez, de todos los   Domecq, Cuvillo, Gavira, Torrealta, Cebada Gago, Sayalero… de todas las vacadas de la provincia.

 

En nuestras plazas alcanzaría la categoría de imprescindible torero de cartel y en Jerez, El Puerto, Algeciras, Sanlúcar o  La Línea escribiría bellas páginas.

 

Su feudo. Por delante Jerez, casi base de operaciones del manzanarismo. El jerezano Alfonso Barroso fue su picador toda la vida, relación profesional y de amistad que siguen los hijos de ambos, José Antonio y José María Dolls Samper. El vetusto coso de la calle Zaragoza fue escenario de no pocas faenas, como aquel toro de Jandilla que desorejó el  4 de mayo de 1991, después de haberle cortado una oreja a su primero de Marca. Cada buen aficionado tiene bien guardada una faena de Manzanares en  Jerez donde su último triunfo grande fue en una reaparición en 1998, y donde cortó su última oreja en el año 2.000, cuando le brindó un toro a Rafael de Paula.

 

O El Puerto, donde meció por última vez los engaños con un novillo de Zalduendo en un festival en 2007 en homenaje a Álvaro Domecq. En esta plaza indultó un toro de Sayalero y Bandrés, un "Baleador", quinto de aquella corrida concurso con Galloso y Paula un 28 de agosto. En 2006, un 22 de enero, en otro memorable festival esta vez en Sanlúcar, alternaría con su hijo José María.

 

En Algeciras se discute si la cima la puso en 1978 con tres orejas y un rabo  con su lote  de Mano González o la tarde de 2005 con el toro de Cubillo en la que las muñecas del alicantino pararon los relojes. 

 

Ahora se paró el reloj de un torero fragante, con aroma y empaque,  un icono del toreo en el rincón taurino del sur, en esta Ruta del Toro, conmocionada,  que ayer vio como los primeros jirones del invierno taurino se llevaban a uno de los suyos que tenía mucho dentro para el toreo.  Que le sea el albero leve.

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