Alrededor de 300 aficionados recibieron con gritos de "¡Torero, torero!" los restos mortales de José María Dols Abellán, más conocido como José María Manzanares, a su llegada a la capilla ardiente, abierta en la plaza de toros de su ciudad natal, Alicante.

Decenas de estos partidarios guardaron fila desde varias horas antes para despedir a Manzanares en la capilla ardiente situada en la Puerta Grande del coso alicantino, junto a una gran foto del diestro. Entre las decenas de coronas, a primera hora llegó una de Julio Iglesias. Y entre aplausos, el coche fúnebre, con los restos, llegó a las 13:13 al frente de una comitiva en la que estaban sus cuatro hijos -Ana María, Yeyes, Manuel y José María, que retornó de México, donde había llegado para cumplir con los compromisos del próximo domingo en La México y otra corrida, el día 7 de noviembre, en Querétaro.

Numerosas coronas habían llegado a la plaza de toros, incluida una de Julio Iglesias, según fuentes municipales, para colocarlas junto a los restos. El capote de paseo usado en la alternativa tanto de José María Manzanares padre como hijo envolvía el féretro en la Puerta Grande de la plaza de toros de Alicante, convertida por un día en capilla ardiente para que varios miles de amantes del toreo le den un emocionado adiós. Para cubrir los restos mortales, la familia eligió ese capote que, de tono marrón crema, porta la imagen de la Santa Faz, de gran significado en la ciudad natal del torero, Alicante, donde, según la tradición, se conserva uno de los pliegues con los que la Verónica secó el rostro de Cristo en su camino al monte Calvario. El féretro se hallaba bajo un crucifijo y una gran fotografía del diestro ataviado con traje de luces, en una estancia con cabezas de toro y las banderas de España, de la Comunidad Valenciana y de Alicante.

Según datos de la plaza de toros, al cierre de la capilla ardiente más de 10.000 aficionados despidieron al diestro, de 61 años, que el pasado martes falleció en su finca de Cáceres por causas naturales.

Entre los toreros que acudieron a dar su último adiós a José María Manzanares, padre, estuvieron Espartaco, Enrique Ponce, Dámaso González, José Luis Gallo, Pepín Liria, Moisés Fraile, Juan José Padilla, Roberto Domínguez, Fernando Cepeda, Antonio y Jorge Matilla, José Cutiño, Rubén Pinar, Aníbal Ruiz, Antón Cortés, Antonio Tejero, Francisco José Palazón, Luis Miguel Calvo, Antonio y Eugenio Pérez o el novillero Borja Álvarez.

La capilla ardiente permanecerá abierta hoy hasta las 10 de la mañana. A las 11:00 se oficiará en la concatedral de San Nicolás de Alicante una misa-funeral. Posteriormente, los restos del diestro serán trasladados al cementerio alicantino para recibir sepultura en el panteón familiar. El entierro se celebrará en la intimidad por expreso deseo de la familia.